Adolph Dubs | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
4 de agosto de 1920 Chicago (Estados Unidos) | |
Fallecimiento |
14 de febrero de 1979 Kabul (Imperio sasánida) | (58 años)|
Causa de muerte | Homicidio | |
Sepultura | Cementerio Nacional de Arlington | |
Nacionalidad | Estadounidense | |
Educación | ||
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Diplomático y político | |
Años activo | desde 1942 | |
Cargos ocupados |
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Rama militar | Cuerpo de Marines de los Estados Unidos | |
Conflictos | Segunda Guerra Mundial | |
Adolph «Spike» Dubs (Chicago, Illinois, Estados Unidos, 4 de agosto de 1920-Kabul, Afganistán, 14 de febrero de 1979) fue el embajador de Estados Unidos en Afganistán desde el 13 de mayo de 1978 hasta su fallecimiento en 1979.[1]
Murió mientras intentaban rescatarlo de un secuestro.[1]
En 1978, Dubs fue designado Embajador de Estados Unidos en Afganistán tras la Revolución Saur, un golpe de Estado, el cual puso a los aliados soviéticos de la facción Khalq en el poder.[2][3] Conducía de su residencia a la embajada estadounidense tranquilamente antes de las 9 a. m. el 14 de febrero de 1979, el mismo día en que militantes iraníes atacaron la Embajada de Estados Unidos en Teherán, y algunos meses antes de la invasión soviética de Afganistán. Se aproximaba al centro cultural estadounidense cuando cuatro sujetos pararon su limusina Chevrolet blindada.[4][5][6] Algunos testimonios dicen que aquellos vestían uniformes de la policía afgana,[4] mientras que otros afirman que solo uno de los cuatro sujetos tenía uniforme policial.[5] Uno de los sujetos hizo un gesto para que bajen la ventanilla del auto, la cual era a prueba de balas, lo cual cumplió el chófer del embajador.[4][6] Los sujetos apuntaron con una pistola al chófer y tomaron el vehículo, obligando al conductor a llevar a Dubs al Hotel Kabul Serena[4][6] en el centro de Kabul.[5] El secuestro ocurrió con un "un plan con la vista de, al menos, un policía afgano."[5] Dubs fue llevado a la habitación 117 del primer piso del hotel,[4] y el chófer fue enviado a la embajada para que informara del secuestro.[4]
En el hotel, los secuestradores supuestamente exigieron que la República Democrática de Afganistán liberase a "uno o más prisioneros políticos o religiosos."[5] "No se le hizo ningún pedido al gobierno estadounidense, ni tampoco algún pedido más detallado o concreto al gobierno afgano."[5] Algunos aseguran que los secuestradores exigían un trueque por Tahir Badakhshi, Badruddin Bahes (que se encontraba muerto en ese momento) y Wasef Bakhtari.[7]
Las autoridades estadounidenses habían decidido esperar para no arriesgar la vida de Dubs, pero los afganos querían negociar e iniciar planes de ataque bajo consejo de las autoridades soviéticas.[7][8][9] Las armas y los chalecos antibalas de los afganos fueron provistas por los soviéticos, y el lobby del hotel estaba lleno de oficiales soviéticos, incluyendo al jefe de seguridad de la KGB, el consejero soviético para la policía afgana y el segundo secretario de la Embajada de la URSS.[4][9] Terminnando la mañana, se escuchó un disparo.[4] La policía afgana realizó un asalto al cuarto 117 con armas automáticas pesadas.[4][6] Después de un disparo, siguió un intenso tiroteo, estimados entre 40 segundos[5] a un minuto,[4][9] Dubs fue "encontrado desplomado en una silla", asesinato por disparos en la cabeza.[4] Dos de los secuestradores murieron asimismo en el tiroteo.[5] Una autopsia mostró que había sido disparado en la cabeza a una distancia de seis pulgadas.[6] Los otros dos captores fueron capturados vivos pero fueron inexplicablemente asesinados; los cuerpos fueron exhibidos a las autoridades estadounidenses antes de la noche.[5]
Las identidades verdaderas y los objetivos de los secuestradores se mantuvieron inciertas,[10] y el crimen "nunca ha sido satisfactoriamente explicado" a pesar de que autoridades estadounidenses, afganas y soviéticas "eran todo excepto testigos presenciales" del hecho.[5] Las circunstancias han sido descritas como "misteriosas"[5][11] and "still clouded."[12] Múltiples factores oscurecieron el suceso: "la ejecución de los captores vivos, prevención de análisis forense en la escena del crimen, el bloqueo a los investigadores estadounidenses y la evidencia plantada. No fue posible establecer si fue una conspiración o de haberla sido, si fue rusa o afgana."[9]
Algunos atribuyen la responsabilidad del secuestro y del asesinato al grupo izquierdista anti pashtún Settam-e-Melli,[13][14] pero otros afirman que ello es "dudoso," señalando un oficial de policía de Kabul que al menos uno de los secuestradores pertenecía a la facción Parcham de la República Popular Democrática de Afganistán.[15] La desinformación difundida por la prensa soviética y afgana culpó del suceso a la o CIA, a Hafizullah Amin, o a ambos.[5][6] Anthony Arnold sugirió que "el único beneficiado sería la Unión Soviética," ya que el asesinato del embajador "envenenó irremediablemente" las relaciones afgano-estadounidenses, "dejando a la Unión Soviética con el monopolio del poder influyente" durante el gobierno de Nur Muhammad Taraki .[5] El consejero de Seguridad Nacional de Carter, Zbigniew Brzezinski, afirmó que la muerte de Dubs fue "un evento trágico en la que estuvo presente la ineptitud y la colusión soviética",[6] con el manejo "inepto." del incidente por los afganos[16] El gobierno de Taraki rechazó los pedidos del gobierno de EE. UU. para realizar investigaciones.[8]
La administración del presidente Carter se declaró "indignada" por el asesinato del embajador y por la conducta del gobierno afgano, iniciándose turbulentas relaciones con el país y las simpatías con los opositores del régimen afgano.[8] El incidente causó un declive en las relaciones entre ambos países, causando que Estados Unidos realice una "reevaluación fundamental" de sus políticas.[8] Como respuesta al asesinato de Dubs, Estados Unidos suspendió un plan de ayuda humanitaria de $15 millones, en parte, y de manera total un programa de ayuda militar por $250,000,[7] y Estados Unidos suspendió, finalmente, toda ayuda económica en 1979, cuando la ocupación soviética del país fue completa.[8] El gobierno afgano promovió la disminución de la presencia estadounidense en Afganistán y restringió en número de voluntarios de los Peace Corps y de los programas culturales.[8] El 23 de julio, el Departamento de Estado anunció la retirada del personal no esencial de la embajada en Kabul y de la mayoría de los diplomáticos dado la baja seguridad, a diciembre solo había 20 miembros trabajando en Kabul.[8][17] No se designó un nuevo embajador en reemplazo de Dubs, y un encargado de negocios dirigió lo que quedó de la embajada.[18]
La muerte de Dubs fue incluida como "Significativo Accidente Terrorista" por el Departamento de Estado.[19] Documentos desclasificados de la antigua KGB soviética por Vasily Mitrokhin en la década de 1990 mostraron que el gobierno afgano autorizó claramente el asalto a pesar de los pedidos para negociaciones pacíficas por los estadounidenses, y el consejero de la KGB Sergei Batrukhin habría recomendado el asalto, como la ejecución de los secuestradores antes que las autoridades estadounidenses pudieran interrogarlas.[20] Los archivos Mitrokhin también indican que los cuatro secuestradores escaparon y los cuerpos de prisioneros recientemente asesinados sirvieron como sustitutos para la inspección de los estadounidenses.[21] Otros aspectos sobre el incidente no han sido develados.[22]
Dubs fue enterrado en el Cementerio Nacional de Arlington.[23]