Alejandría de Oxiana o Alejandría del Oxo (en griego antiguo: Ἀλεξάνδρεια ἡ ἐπὶ τοῦ Ὄξου) fue una ciudad supuestamente fundada por Alejandro Magno a orillas del río Oxo (Amu Daria), en su confluencia con el río Kokcha, y en el umbral del subcontinente indio. Fue uno de los focos del helenismo en Oriente durante casi dos siglos hasta su aniquilación por invasores nómadas hacia 145 a. C., fecha en la que se ha estimado la muerte de Eucrátides I.[1]
Es la actual ciudad de Ai Janum (literalmente “Dama Luna” en uzbeko), situada en el noreste de Afganistán en la Provincia de Qundūz, cerca de la frontera de Tayikistán.[2] La ciudad fue excavada por la organización francesa DAFA y científicos rusos entre los años 1964 y 1978. La excavación fue dirigida por Paul Bernard, quien suspendió los trabajos por la guerra de Afganistán (1978-1992). Durante la contienda el emplazamiento arqueológico fue parte del frente, lo que produjo daños, a los que se sumaron otros, de mucha mayor importancia, causados por los saqueos, que dejaron únicamente unos pocos restos del material original.
Se estima que Alejandro Magno fundó la ciudad en su marcha hacia el Indo. Plinio el Viejo dice al respecto:
Más allá están los sogdianos y la población de Panda y, en los últimos confines de su territorio, Alejandría, fundada por Alejandro Magno.[3]
La ciudad se fundó sobre un emplazamiento anterior de época aqueménida. Para reconstruir parte de esta a la manera griega, se usaron elementos arquitectónicos persas de piedra caliza. Ptolomeo la rebautizó como "Alejandría del Oxo", y es probable que más tarde se la conociera como "Eucratidia" durante el Reino grecobactriano. Fue destruida parcialmente después de a. C. por las invasiones de los escitas y totalmente abandonada hacia 125 a. C. con la invasión de los yuezhi. Los griegos, bajo el mandato del rey Heliocles I, establecieron su reino en el valle de Kabul, abandonando Alejandría y Balh (Bactra), capital de la satrapía persa de Bactriana.
La elección del lugar para la fundación obedeció a varios factores. La región, irrigada por el Oxo, tenía un gran potencial agrícola. Los recursos minerales eran abundantes en la zona del Hindu Kush, especialmente los rubíes de Badakshan, y el oro. Para terminar, su ubicación en la intersección de los territorios bactrianos y nómadas del norte, en última instancia, permitieron acceder al comercio con el Imperio chino.
Numerosos artefactos y estructuras han sido hallados, que indican una elevada cultura helenística, combinada con influencias orientales. «Tiene todos las características de una ciudad helenística, con un teatro griego, gimnasio y algunas casas griegas con patios columnados» (Boardman). En general, Alejandría de Oxiana fue una importante ciudad griega, con una extensión de 1,5 km², urbe característica del Imperio seléucida y del Reino grecobactriano.
La ciudad fue destruida, en la época de la muerte de Eucrátides I, como se ha dicho arriba, y nunca se reconstruyó.
Ai Janum quizá haya sido la ciudad en la que Eucrátides fue asediado por Demetrio, antes de que consiguiera huir para conquistar la India (Marco Juniano Justino).
Los arqueólogos desenterraron varias estructuras, siendo algunas de ellas perfectamente helenísticas, mientras que otras incorporaban elementos de la arquitectura persa:
Las viviendas eran de adobe y, en ocasiones, los cimientos eran de ladrillos para protegerse del frío. No tenían acceso directo desde el exterior. Las habitaciones estaban reagrupadas y protegidas por paredes muy gruesas, unidas por corredores acodados, y carecían de patios centrales.
El palacio fue erigido entre el Oxo y el ágora. En la zona central del palacio se construyó un gran patio con peristilo, cuyas dimensiones eran 10,8 x 136,77 m. Tenía 116 columnas de piedra caliza.
En lado suroccidental, un gran atrio hipóstilo de tipo aqueménida, con tres filas de seis columnas, daba acceso a un patio rectangular más pequeño a cielo abierto, de 26,02 x 16,50 m, y cuyas paredes de adobe estaban decoradas con semicolumnas de madera de estilo dórico.
También se encontraron varios fragmentos escultóricos, realizados de una forma bastante convencional y con un estilo clásico, que demuestran que las innovaciones helenísticas, bastante desarrolladas en el mundo mediterráneo, no habían calado tanto en la ciudad.
Merece una atención especial un enorme pie de piedra de estilo helenístico. Se estima que dicho pie perteneció a una estatua de 5 o 6 metros de alto, que además tendría que haber representado a una figura sentada para que igualara la altura de las columnas que soportaban el peso del templo. Ya que la sandalia que viste el pie lleva una representación simbólica de Zeus sujetando un rayo, se cree que la estatua fue una versión más reducida de la estatua de Zeus en Olimpia.
Entre los restos escultóricos se encontraban también:
Debido a la falta de piedras apropiadas para realizar trabajos escultóricos en el área de Ai Janum, se usaba arcilla no cocida y estuco moldeado sobre un marco de madera, una técnica que pudo extenderse al centro y este de Asia, especialmente al arte budista. En algunos casos, tan solo las manos y los pies se hacían de mármol.
Se han encontrado varias inscripciones en Ai Janum, con un griego clásico y no barbarizado.
Los preceptos fueron inscritos por un hombre griego llamado Clearco, posiblemente Clearco de Solos, el discípulo de Aristóteles, quien las había copiado en Delfos:
(...) de dónde Clearco, habiéndolas copiado cuidadosamente, las colocó, brillando desde lejos, en el santuario de Cineas.
Una de estas inscripciones relacionadas con la economía describe el inventario del depósito de jarras de aceite de oliva de la tesorería:
Se estima que la última de estas jarras data aproximadamente del año 147 a. C., lo que sugiere que Ai Janum fue destruida poco después de esa fecha.
Se encontraron numerosas monedas grecobactrianas, del reinado de Eucrátides, pero ninguna de períodos posteriores. Ai Janum también ha proporcionado las únicas monedas grecobactrianas de Agatocles de Bactria, que consisten en dracmas indios de plata, con representaciones de deidades hindúes. En las monedas están las primeras representaciones conocidas de deidades rigvédicas, y muestran las primeras imágenes de Vishnú: Balarama-Samkarshana y Vasudeva-Krishna. Se piensa que éstas constituyen los primeros intentos grecobactrianos de crear un estándar indio para acuñar monedas, ya que iban a conquistar el norte de la India.
Estos son otros de los descubrimientos:
Numerosos objetos de la vida cotidiana tienen una clara influencia helenística: relojes de sol, tinteros, cubiertos...
Ya que la parte sur desde Afganistán hasta el Hindu Kush (el Paropámisos) parece que fue ocupada por el Imperio maurya entre el 305 a. C. hasta la reconquista por Demetrio en el 180 a. C., Ai Janum fue en efecto una ciudad-frontera por varios siglos, y se localizaba justo a unos pocos kilómetros de los dominios indios.
Se encontraron varios objetos indios entre los restos arqueológicos de Ai Janum, especialmente un plato hecho de conchas incrustadas con varios materiales y colores, que narraba supuestamente el mito indio de Kuntala.[5]
Se encontraron también monedas griegas, que contenían la primera representación conocida de las deidades rigvédicas indias: las imágenes de Vishnú, Balarama-Sankarshana y Vasudeva-Krishna.
Los numerosos relojes de sol, incluyendo un reloj solar ajustado según la latitud de Ujjain y encontrado en las excavaciones, también sugieren que la ciudad recibió influencias de la astronomía india, debido a las numerosas interacciones con el Imperio Maurya, y más tarde, a la expansión de los indo-griegos hacia la India.[6]
Ai Janum tuvo aparentemente un símbolo de la ciudad (un triángulo dentro de un círculo, con varias representaciones), que se encontró impreso en un ladrillo de uno de los edificios más antiguos de la ciudad.
El mismo símbolo se usaba en varias monedas del este del Imperio seléucida, lo que sugiere que todas ellas se acuñaron probablemente en Ai Janum. Varias monedas que anteriormente eran consideradas seléucidas pasaron a ser clasificadas como provenientes de Ai Janum, y de esto se concluye que la fábrica de monedas de esta ciudad acuñaba más piezas que la de Bactra.
Las primeras monedas encontradas en Ai Janum tienen la figura de Seleuco, y las últimas la de Eucrátides, lo que sugiere que la ciudad fue conquistada tras este reinado.
Los invasores nómadas indoeuropeos del norte (los escitas y luego los yuezhi) cruzaron el Oxo y sometieron Bactria alrededor de 135 a. C. Parece que la ciudad quedó totalmente abandonada entre los años 130 y 120 a. C. tras la invasión de los yuezhi. Hay pruebas de que los principales edificios de la ciudad se incendiaron. El último rey grecobactriano, Heliocles I, trasladó su capital desde Balh alrededor de 125 a. C. para trasladarse al valle de Kabul. No se encontraron jamás monedas de Heliocles en Ai-Khamoun, lo que sugiere que la ciudad fue destruida bajo el reinado de Eucrátides. Los griegos seguirían controlando varias partes de la India del norte bajo el reinado indogriego hasta aproximadamente el año 1 a. C., cuando los yuezhi expandieron sus territorios aún más al norte, formando el Imperio kushān.
Al igual que ocurre con otros emplazamientos arqueológicos como Bagram o Hadda, el de Ai Janum ha sido saqueado desde la larga guerra de Afganistán hasta la actualidad.
Los objetos encontrados son de suma importancia, ya que hasta estas excavaciones no se habían descubierto restos de las civilizaciones grecobactriana e indogriega en el Este, por lo que algunos hablan de la ciudad como un «espejismo de la Bactria».
Estos descubrimientos nos dan una nueva perspectiva de la influencia que tuvo la cultura griega en el Este, y reafirma la influencia de los griegos en el desarrollo del arte grecobudista.