Alfredo Cristiani | ||
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Alfredo Cristiani en 1989 | ||
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54.º Presidente de la República de El Salvador | ||
1 de junio de 1989-1 de junio de 1994 | ||
Vicepresidente | José Francisco Merino López | |
Predecesor | José Napoleón Duarte | |
Sucesor | Armando Calderón Sol | |
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Presidente de Alianza Republicana Nacionalista | ||
Predecesor | Gloria Salguero Gross | |
Sucesor | Jorge Velado | |
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Alfredo Félix Cristiani Burkard | |
Nacimiento |
22 de noviembre de 1947 (77 años) San Salvador, El Salvador | |
Residencia | Roma, Italia | |
Nacionalidad | Salvadoreña | |
Familia | ||
Cónyuge | Margarita Llach de Cristiani | |
Hijos | Claudia, Javier y Alejandro | |
Educación | ||
Educado en | Universidad de Georgetown | |
Información profesional | ||
Ocupación | Político y empresario | |
Partido político | Alianza Republicana Nacionalista | |
Alfredo Félix Cristiani Burkard (San Salvador, 22 de noviembre de 1947) es un político y empresario salvadoreño, fue presidente de la República del 1 de junio de 1989 al 1 de junio de 1994. Actualmente está siendo investigado por la Fiscalía General de la República, acusado de ser uno de los presuntos responsables del asesinato de seis jesuitas, hecho que ocurrió siendo él presidente, estando el país inmerso en una guerra civil.
Proveniente de una familia con una destacada presencia en los círculos empresariales de El Salvador. Después de completar sus estudios en Administración de Empresas en el extranjero, regresó a su país para desempeñarse como exitoso empresario en el sector privado.
Su incursión en la política se consolidó a través de su afiliación al partido ARENA (Alianza Republicana Nacionalista), donde finalmente ascendió para convertirse en presidente del partido y más tarde candidato presidencial.
Durante su mandato presidencial, Cristiani enfrentó desafíos significativos, incluyendo la finalización de una prolongada Guerra Civil en El Salvador. Bajo su liderazgo, se negociaron y firmaron los Acuerdos de Paz de Chapultepec en 1992, un hito crucial que puso fin al conflicto armado y sentó las bases para la reconciliación nacional. Estos acuerdos abordaron temas vitales como la reforma agraria, la democratización del país y la creación de una comisión de la verdad para investigar violaciones a los derechos humanos.[1][2]
Si bien su presidencia fue fundamental para la transición hacia la paz en El Salvador, también estuvo marcada por controversias, como el asesinato de seis sacerdotes jesuitas y sus colaboradoras en 1989, un evento que generó debates tanto a nivel nacional como internacional.[3][4][5][6]
Tras concluir su mandato, Cristiani mantuvo su participación en la política y en actividades empresariales, continuando como una figura relevante en la escena pública de El Salvador.
Nació en el seno de una familia terrateniente, de productores de café, Cristiani es de un padre italiano y de madre salvadoreña de descendencia europea. fue educado inicialmente en la Escuela Americana de El Salvador, para más tarde graduarse en Ciencias de la Administración en la Universidad de Georgetown en Washington D. C. en los Estados Unidos. Después regresó a El Salvador para dedicarse a los negocios de la familia, que incluían también empresas farmacéuticas y algodoneras. Se casó con Margarita Llach, con quien tuvo tres hijos (Claudia, Javier y Alejandro). Hasta principios de los años 1980 no se implicó en política, luego lo hizo con el partido derechista ARENA, fundado por el oficial de inteligencia militar Roberto D'Aubuisson y la empresaria y terrateniente Gloria Salguero Gross.
En 1985 Roberto D'Aubuisson dejó su cargo en ARENA después de perder las elecciones presidenciales de 1984 frente a su contrincante José Napoleón Duarte y Cristiani tomó el mando del partido. En las elecciones legislativas y municipales del 20 de marzo de 1988 logró más del 45% de los votos y 31 escaños de 60 posibles en la Asamblea Legislativa. En mayo de 1988, el partido lo eligió como candidato para los comicios presidenciales de 1989. Fue elegido Presidente de la República con el 53.8% de los votos. Estados Unidos reduce a la mitad la ayuda militar prestada a El Salvador, tras la multiplicación de las presiones internas que se oponen a la continuación de esta ayuda por parte del gobierno de George H. W. Bush. En consecuencia, el gobierno salvadoreño se vio obligado a adoptar un enfoque diferente ante la insurrección.
En 1989, Cristiani fue elegido presidente de El Salvador, sucediendo a José Napoleón Duarte. Su presidencia se enfrentó a numerosos desafíos, incluyendo la continuación de la guerra civil entre el gobierno y los grupos guerrilleros de la izquierda, así como la necesidad de estabilizar la economía del país.
En su toma de posesión, Cristiani llamó a un diálogo directo con el objetivo de poner fin a la década de conflictos entre el gobierno y los guerrilleros. En septiembre de 1989 se inició un proceso de diálogo que estableció reuniones mensuales entre los dos bandos, pero con pocos resultados, ya que el gobierno exigía un alto el fuego unilateral del FMLN como requisito previo para cualquier reforma, y las guerrillas estaban en desacuerdo sobre la actitud a adoptar
la presidencia de Cristiani ha enfrentado acusaciones de corrupción, abusos de derechos humanos y malversación de fondos públicos. Además, su gobierno fue criticado por su control al respecto de la guerra civil, que había llevado a la muerte y desaparición de miles de personas.
Cristiani logró implementar políticas que ayudaron a estabilizar la economía de El Salvador y atraer inversión extranjera. También firmó los Acuerzos de Paz de Chapultepec en 1992, que pusieron fin a la guerra civil.
La legado de Cristiani es complejo y controvertido. Algunos lo ven como un líder pragmático que ayudó a estabilizar un país en crisis, mientras que otros lo ven como un símbolo de la corrupción y la autoritariedad. Sin embargo, nadie puede negar que su presidencia dejó un impacto duradero en El Salvador.
En noviembre de 1989, el FMLN dirigió una ofensiva sobre la capital. Una veintena de posiciones militares son asaltadas simultáneamente y los barrios populares que rodean la capital son tomados por los rebeldes. El 16 de noviembre, seis jesuitas involucrados en el proceso de diálogo son ejecutados por paramilitares gubernamentales. Los combates continúan durante unos diez días, marcados, entre otros hechos, por la captura del hotel Sheraton donde los guerrilleros retuvieron dieciocho boinas verdes de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos (atrincherados en el hotel, evacuan el 22[5]), lo que el Departamento de Estado califica de “ abominable acto de terrorismo”.
Al tomar posesión de su cargo continuó con las negociaciones de paz con el FMLN. Estas negociaciones sufrieron un duro revés cuando el FMLN lanzó en noviembre de ese año una ofensiva armada sobre San Salvador en la que murieron cientos de personas[cita requerida]. Como respuesta, el ejército intensificó su lucha contra las guerrillas y cuatro días después 6 sacerdotes jesuitas y dos empleadas domésticas fueron asesinados, por miembros del Batallón Atlácatl del ejército salvadoreño, en la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas" (UCA), entre ellos el Rector Ignacio Ellacuría Beascoechea, un destacado teólogo y filósofo de la Teología de la liberación y participante de las conversaciones de paz con el FMLN. Este crimen generó grandes protestas en todo el mundo en contra de Cristiani, quien intentó apaciguarlas prometiendo llevar a los responsables ante la justicia. Se creó una comisión especial que culminó en enero de 1990 con el arresto de varios oficiales y soldados.
También se denunció la existencia de escuadrones de la muerte dirigidos por Roberto D'Aubuisson, fundador del partido político ARENA, acusado de liderar las actividades de estos grupos desde su puesto como director de ANSESAL (Agencia Nacional de Seguridad Salvadoreña) durante el gobierno de Cristiani.[7]
La investigación no aclaró la identidad de los autores intelectuales de tales hechos; por lo que todavía se le sigue vinculando, así como al alto mando del ejército salvadoreño, de haber dado la orden para cometer el crimen. Entre 1991 y 1993 implementó un plan para privatizar la banca comercial, que había sido nacionalizada en 1980. En este proceso hubo graves acusaciones de corrupción contra Cristiani y sus ministros de estado. Se les imputó haber adquirido por medio de presta-nombres el control del Banco Cuscatlán, segundo banco más grande durante el proceso de privatización. [1] [2] [3].
En 2013 se dio a conocer que Cristiani no mostró interés en recuperar "los bolsones" (zonas limítrofes que tradicionalmente han estado en disputa con Honduras) por "estar habitadas por simpatizantes del FMLN).[8]
El jueves 16 de enero de 1992 firmó los Acuerdos de Paz de Chapultepec que pusieron fin a la guerra civil de El Salvador, luego de un largo proceso de diálogo y negociación con el grupo armado (ahora partido político) FMLN.
Cercano al empresariado cafetalero, rodeado de economistas neoliberales, intenta renovar ARENA distanciándose de los escuadrones de la muerte. Su gobierno recibe 500 millones de dólares anuales de ayuda por parte de Estados Unidos.[9]
Cristiani fue nombrado presidente de ARENA en mayo de 2009, tras la derrota del partido en las elecciones presidenciales del 2009.[10]
El 7 de julio de 2021 Cristiani fue citado ante una comisión especial del Congreso que investiga pagos secretos a funcionarios.[11]
En octubre de 2021, su nombre fue mencionado en los Papeles de Pandora. Había creado al menos 16 empresas en paraísos fiscales durante el año siguiente a su salida del poder.[12]
El 26 de febrero de 2022 la Fiscalía General de la República acusó a Cristiani por la masacre de la UCA, en la que otras 12 personas también han sido acusadas penalmente.[13]
El 6 de junio de 2023, por orden de la Fiscalía General de la República, se ordena el allanamiento de todas las propiedades y cuentas bancarias relacionadas con Alfredo Cristiani.
Predecesor: José Napoleón Duarte |
Presidente de El Salvador 1 de junio de 1989 - 1 de junio de 1994 |
Sucesor: Armando Calderón Sol |