Se conoce un gran número de dioses de la mitología romana. Entre los más populares están los que se identificaron con los dioses griegos, que integraron los mitos e iconografía griegos, y en ocasiones las prácticas religiosas asociadas, en la cultura romana, incluyendo la literatura, el arte y la vida religiosa y que se deja sentir durante todo el periodo imperial. Muchos de los propios dioses romanos siguen siendo oscuros, conocidos únicamente su nombre y función a través de inscripciones y textos a menudo fragmentarios, pertenecientes a la antigua religión romana datada en tiempos de la monarquía —la llamada religión de Numa— y perpetuados o revividos a lo largo de los siglos. Algunas deidades tienen homólogos itálicos o etruscos, identificados tanto en las fuentes antiguas como por los modernos estudiosos. Durante el Imperio, se dieron nuevas interpretaciones teológicas a los dioses de los pueblos de las provincias a la luz de las funciones o atributos que compartían con los dioses romanos.
Abeona o Adeona: Diosa que protegía a los niños la primera vez que abandonaban las casa de sus padres, salvaguardando sus primeros pasos solos. Vigila las idas y venidas del niño.
Agenoria: Diosa relacionada con la actividad (actus) y mencionada por Agustín de Hipona. Dota al niño de la capacidad de llevar una vida activa y no dependiente.
Arimanio (Arimanius): De origen griego, era una divinidad relacionada con el inframundo. Su esencia fue más tarde consumida por la de Plutón. Tiene influencia del mitraísmo.
Arúspices: Adivinos etruscos que examinaba las entrañas de un animal sacrificado para obtener presagios en cuanto al futuro.
Arvales: Era una cofradía sacerdotal romana cuyos orígenes remontarían a la época de la fundación de Roma (siglo VIII a. C.).
Averna: Diosa del infierno, equiparada a Proserpina.
Averrunco (Averruncus): dios que previene de las calamidades. Deidad menor que preside el nacimiento. Tardíamente se transformó en el dios de la aversión y del odio, por esto se le considera padre de un pequeño grupo de divinidades, las cuales reciben el nombre genérico de Averrunci.
Belona (Bellona): Diosa de la guerra, identificada con la Enío griega. También llamana Dellona.
Bona Dea: Diosa de la fertilidad, la castidad y la salud. También se la conocía como Maia y como Fauna, por ser hija de Fauno, la divinidad romana cuyo equivalente griego es Pan.
Caca: Hermana del gigante Caco. Originalmente fue una diosa del hogar, pero más tarde fue relegada a un personaje secundario en una versión de los doce trabajos de Hércules.
Caco (Cacus): Originalmente un antiguo dios del fuego, más tarde considerado un gigante.
Caelus, Caelum (Cielo): Dios romano que personifica los cielos que se identifica con Urano de la mitología griega, su esposa es Terra.
Camenas (Camenae): Diosas de las Artes, de las fuentes y de los nacimientos; las musas en la mitología griega.
Camila: Compañera de Turno, era considerada como una de las Amazonas y protegida de Diana.
Candelífera: «La que lleva la vela». Diosa asociada a los partos nocturnos.
Cardea o Carna: Diosa de la salud, los umbrales y las bisagras y los pomos de las puertas, también asociada con el viento. Asociada a Jano. Fortalece los músculos de los niños y defiende los órganos internos de las brujas o estrigas.
Carmenta: Diosa del parto y la profecía, asociada con la innovación tecnológica y con la protección de las madres y los niños, y patrona de las matronas. Se decía también de ella que había inventado el alfabeto latino.
Carmentes: Dos diosas del parto: Antevorta y Postvorta o Porrima, futuro y pasado.
Cinxia: Funciona dentro del cinturón (cingulum) que lleva la novia para simbolizar que su marido está «ceñido y atado» (cinctus vinctusque) a ella. San Agustín llama a esta diosa Virginiensis (virgo, «virgen»), indicando que la desvinculación es la pérdida simbólica de la virginidad.
Clementia (Clemencia): Personificación de la conmiseración, el perdón y de, como su nombre indica, la clemencia.
Conditor: «El que almacena el grano», asistente de Ceres.
Consevius, Deus Consevius y Consivius: Es el dios de la propagación y la inseminación, de con-serere, «sembrar». Es un título de Jano como dios creador o dios de los comienzos.
Conso (Consus): Dios protector de los cereales y los silos subterráneos (por lo que era considerado un dios ctónico), y como tal era representado por una semilla de trigo.
Convector o Conuector: «El que lleva el grano», asistente de Ceres.
Cuadrifronte: Sobrenombre de Jano, adoptado por los romanos tras la conquista de los faliscos. En la Antigüedad se pensaba que presidía las cuatro estaciones del año. Tuvo un templo con cuatro puertas en el Foro.[1]
Cuba: Diosa menor de los infantes. Ayuda al niño en la transición de la cuna a la cama.
Cunina: Diosa romana de los niños y la infancia, relacionada con la siesta y las cunas. Protege las cunas de la magia malévola.
Cupido: Dios del amor, equivalente al Eros, hijo de Afrodita, en la mitología griega.
Cura: Personificación de la inquietud. En una fábula de Higino fue la moldeó al hombre del humus.
Deverra o Devera: Diosa que regía las escobas utilizadas para purificar los templos en preparación de diversos cultos, sacrificios y celebraciones; protegía a las comadronas y a las parturientas.
Di inferi: Dioses asociados al ámbito de los muertos.
Diana: Diosa de la caza, las bestias y la luna; equivalente a Artemisa. Formaba parte de los Dii Consentes.
Diana Nemorensis: Era una forma itálica de la diosa que se helenizó durante el siglo IV a. C. y se amalgamó con Artemisa. Su santuario se encontraba en la orilla meridional del Lago de Nemi.
Diarrea: Antigua divinidad relacionada con toda la tierra, de ella desciende el universo entero. Asoaciada a Telus.
Dis Pater, Dispater, Dis o Dite: En latín «el padre rico», era, en la mitología romana, una deidad del inframundo, posteriormente absorbida por Plutón.
Domiduca: Diosa que conducía a las novias a su nuevo hogar. También acompañaba al niño saliendo de casa y volviendo a entrar.
Domiduco (Domiducus): Dios, esposo de Domiduca.
Domitius o Domidius: Dios que se encargaba de hacer que las mujeres cumplieran sus tareas en el hogar.
Egeria: («Del álamo negro») era una de las camenas, diosa de las fuentes y los partos y una de las ninfas. Se casó con Numa Pompilio. Recibía sacrificios de las mujeres embarazadas para sacar (egerere) al bebé.
Empanda o Panda: Diosa del asilo y las hospitalidad, a veces un epíteto de Juno.
Epona,Hipona (Hippona): Diosa celta de los caballos, de la fertilidad y de la naturaleza, asociada con el agua, la curación y la muerte indistintamente, comparable a Cibeles.
Edusa: Diosa, del verbo edo, edere, esus, «comer», también como Edulia, Edula, Educa o Edesia, es la que permite al niño tomar alimentos.
Envidia (Invidia): Diosa de la venganza, de la envidia y del rencor.
Eón (Aeon): dios relacionado con el tiempo, y con los conceptos de aevum o saeculum.
Esculano: Fue el dios que presidía la fabricación de las monedas de cobre. Uno de los Dei Lucri.
Esculapio (Aesculapius): Fue el dios de la medicina y evolución, venerado en Grecia en varios santuarios.
Estercucio: Cf. Esterquilino.
Esterculino (Sterquilinus): Relacionado con el «estiércol» y dios de la fertilización de los campos. También Esterculo o Estereces; y también como Estercuto (Stercutus), Esterculio (Sterculius), Straculius, Struculius.
Fama: Diosa y personificación equivalente a la griega Feme.
Farinus: Dios de la infancia que permite hablar al niño.
Fáscelis: Sobrenombre de Diana, representada con una antorcha en la mano.[4]
Fáscino (Fascinus): Antiguo dios latino, representado por un falo y adorado como protector de la brujería, los maleficios y los demonios malignos. Se invocaba para proteger a las mujeres en el parto y a sus descendientes. Las mujeres ofrecían sacrificios en sus capillas vestidas con la toga pretexta. Su culto estaba al cuidado de las vestales. Los generales victoriosos llevaban el símbolo de Fáscino unido al carro triunfal, ya que los antiguos creían que también protegía de la envidia.[4]
Fauna: También llamada Faula, fue esposa o hermana de Fauno; o bien una concubina de Hércules. Algunas tradiciones la hicieron madre de Latino. Los antiguos griegos la identificaron con Afrodita.[4]
Fauno (Faunus): Antiguo dios latino, considerado el tercer rey de los laurentes y adorado como dios de los campos y los pastores. Como dios oracular, los antiguos creían que revelaba el futuro mediante los sueños o voces de origen desconocido. Fue hijo de Pico y padre de Latino. Sus fiestas fueron las Faunalia que se celebraban el 5 de diciembre.[5]
Faustitas: Diosa que protege los rebaños y las manadas.
Fáustulo (Faustulus): Pastor de Amulio, esposo de Acca Larencia, que encontró a los gemelos Rómulo y Remo tras ser abandonados en el Tíber.[6]
Febris o Februa: Diosa a la que se suplicaba para que se llevara la fiebre. Tenía varios santuarios en Roma, uno de los cuales estaba en el Palatino, donde se consagraban los amuletos que la gente había usado cuando tuvieron fiebre.[7]
Februata: Sobrenombre de Juno, por su asociación con el mes de febrero.[7]
Februo (Februus): Antiguo dios itálico a quien estaba consagrado el mes de febrero. El nombre estaba relacionado con februare (en español, purificar) y februae (en español, purificaciones). Fue también considerado un dios del Inframundo y estuvo asociado con Plutón.[8]
Fecunditas o Facunditas (Fecundidad): Personificación de la fecundidad.
Felicitas (Felicidad): Personificación de la felicidad. Lúculo le erigió un templo en el año 75 a. C. que ardió en tiempos de Claudio. Se la representaba como una matrona con el bastón de Mercurio y la cornucopia a los que se añadían otros atributos según el tipo de felicidad que representara.[9]
Ferentina: Diosa patrona de la ciudad de Ferentinum, Lacio, protectora de la mancomunidad latina.
Feretrio: Sobrenombre de Júpiter. Derivaba de ferire, golpear, porque se golpeaba a los que quebrantaban los juramentos hechos en nombre del dios o de ferre porque era el que proporcionaba la paz y a quien se dedicaban los spolia opima.[10]
Feronia: Diosa que originalmente pertenecía a sabinos y faliscos quienes la introdujeron entre los romanos. Los escritores griegos la describen de origen griego. Así, Dionisio (Antigüedades romanas, 2.49) relata que los lacedemonios que emigraron en tiempos de Licurgo, después de largos vagabundeos, desembarcaron por último en Italia donde fundaron la ciudad de Feronia y construyeron un templo en honor de la diosa homónima. Aunque esto pueda ser cierto, es extremadamente difícil conformar una noción definida de esta diosa. Algunos la consideran la diosa de la libertad porque en Terracina se emancipaba a los esclavos en su templo (Servio ad Aen., 8.465) y en cierta ocasión los libertos de Roma recolectaron dinero para ofrecérselo como donativo (Ab Urbe condita, 22.1). Otros la consideran la diosa del comercio: durante el festival celebrado en su honor en Feronia, a los pies del monte Soracte, se llevaban a cabo transacciones comerciales. Sin embargo, esto ocurría en todos los festivales en los que se reunían muchas personas y se debe considerar como resultado de los festivales y no como su causa (Antigüedades romanas, 3.32; Estrabón, V.2.9; Ab Urbe condita, 26.11 y 27.4; Púnica, 13.84). Por último, están los que la consideran una diosa de la Tierra y el Inframundo, similar a Mania y Tellus, en parte porque se dice que dio a su hijo tres almas para que Evandro tuviera que matarlo tres veces antes de que él muriera (Eneida, 3.564), en parte debido a su relación con Sorano, cuyo culto se parecía mucho al de Feronia. Además de los santuarios en Terracina y cerca del monte Soracte, tenía otros en Trebula —en el país de los sabinos— y en Luna —enEtruria— (Servio ad Aen., 11.785; Varrón, 5.74).[10]
Fides (Fe): Personificación de la confianza, tuvo un templo en Roma construido por Escauro en el año 115 a. C. Se la representó como una matrona adornada con una guirnalda de ramas de olivo o laurel que llevaba en la mano una espiga de trigo o una cesta de frutas.[11]
Fidio: Sobrenombre de Hércules como hijo de Júpiter en la forma Dius Fidius o Medius Fidius.[12]
Flora: Diosa de las flores, Cloris en la mitología griega.
Flufluns: Dios del vino, del crecimiento natural y de la salud. Fue adoptado de la religión etrusca.
Fluonia o Fluvonia: De fluo, fluere, «fluir», es un epíteto de Juno que retiene la sangre nutricia dentro del útero. Las mujeres acudían al culto de Juno Fluonia «porque retenía el flujo de sangre (es decir, la menstruación) en el acto de la concepción».
Fortuna: Diosa de la suerte, equivalente a Tique en la mitología griega.
Fraus (Fraude): Personificación del fraude y del engaño. Fraus era hija de Nox y Erebus, y una de las sirvientes del dios Mercurio. Equivale en la mitología griega a la diosa Ápate.
Fulgora: Diosa del rayo.
Furrina o Furina. Diosa cuyo culto, según la tradición, fue instituido por el rey Numa, sucesor de Rómulo.
Herulo (Herulus) o Erelo (Erelus): Dios de Occidente, situado según diversas fuentes en las montañas de Arcadia en Grecia, cerca de la cordillera del Atlas en Marruecos, o en una distante isla del borde del océano.
Honos (Honor): Dios que personifica el honor militar.
Hora: Diosa de la belleza, divinización de Hersilia, la esposa de Quirino.
Hostilina: Diosa que hace crecer uniformemente el grano.
Insitor: Deidad agrícola menor relacionada con la siembra de las cosechas. Su nombre se invocaba durante la Cerealias.
Intercidona: Diosa menor del parto. Proporciona el hacha sin la cual no se pueden cortar los árboles (intercidere).
Interduca: Cf. Domiduca.
Inuus: El dios dios fálico Mutuno Tutuno y Pertunda permiten la penetración sexual. Inuus, a veces identificado con Fauno, encarna el impulso mamífero hacia el apareamiento. El culto a Mutuno estaba asociado al fascinum sagrado.
Insitor: «Aquel que planta semillas», asistente de Ceres.
Invidia (Envidia): Diosa-personificación de la venganza y de los celos. Sus equivalentes en la mitología griega eran Némesis y Ptono.
Iris: Diosa del arcoíris, adaptada de la mitología griega. En la épica latina es la mensajera de Juno.
Laverna: Protectora de los ladrones y los impostores.
Lemures: Espectros o espíritus de la muerte; eran la versión maligna de los lares.
Levana: Diosa que presidía la legitimación y reconocimiento de los recién nacidos. Al nacer un niño lo ponían desnudo en tierra y para considerarlo legítimo, tenía que levantarlo el padre o quien le representara.
Letum: Uno de los nombres que se le da a la personificación de la muerte.
Liberalitas: Diosa de la generosidad de los campos.
Libertas (Libertad): Diosa de la libertad y de los libertos, mera propaganda política.
Libitina: Diosa de los ritos fúnebres y de la sexualidad.
Lima: Esposa de Limen.
Limen o Limentinus: Es una divinidad que protege los hogares; en especial, se encargaba de los marcos de las puertas y las ventanas. Invocándolo, se prevenían visitas inesperadas.
Locutio: Dios de la infancia que le permite formar frases a los niños.
Lua: Diosa de la expiación, a la que se ofrendaban las armas de los enemigos derrotados.
Lucina: Diosa de los nacimiento, equivalente a la Ilitía griega. Lucina introduce al bebé en la luz (lux, lucis).
Luna: Diosa de la Luna, equivalente a la Selene griega.
Luperco (Lupercus): Dios invocado en la protección de la fertilidad y los rebaños. Inicialmente se le identificó con el lobo sagrado de Marte, posteriormente, como un epíteto de Fauno.
Lympha: Uno de los nombres que se le dio a las ninfas.
Obarator: «El que traza el primer arado», asistente de Ceres.
Oblivio (Olvido): equivalente a la Lete griega. Habita en la cueva de Somnus según Estacio.
Occator: «El que ara», asistente de Ceres.
Ocnos: Personaje simbólico habitante del Hades, al que se representa trenzando continuamente una cuerda de juncos mientras una burra, a su vez, la va devorando.
Ops u Opis: Esposa de Saturno, equivalente a la Rea griega.
Orbona: Invocada por las parejas que habían perdido a sus hijos.
Orco (Orcus): Encarnación de la muerte, mal diferenciado de los propios infiernos.
Ossipago: Dios o epíteto que construye huesos fuertes de los recién nacidos; probablemente un título de Juno, de ossa, «huesos», y pango, pangere, «insertar, fijar, establecer».
Otia (Tranquilidad): Personificación. Habita en la cueva de Somnus según Estacio.
Porrima: Una de las Parcas, diosa del futuro; también llamada Antevorta. Una de las dos carmentes, la otra es Postverta; también una de las camenas.
Postverta o Prorsa Postverta: Diosa del parto y del pasado, una de las dos Carmentes, la otra es Porrima. Junto con Prosa evitan que el niño nazca de nalgas.
Potina, Potica o Potua: Patrona de los niños lactantes. Del sustantivo potio «bebida». Bibesia en algunas fuentes; bibo, bibere «beber») permite al niño beber.
Prema: Es el acto sexual insistente, del verbo primo, primere, «presionar sobre». Aunque el verbo suele describir el papel masculino, Agustín llama a Prema dea Mater, una diosa madre.
Príapo (Priapus): Un dios fálico venerado donde pastan cabras y ovejas y hay enjambres de abejas.
Promitor: «El que distribuye el grano», asistente de Ceres.
Prosa: Junto con Postverta evita que el niño nazca de nalgas.
Querquetulanas: Ninfas que presidían los robledales. Se creían que tenían poderes proféticos.[13]
Quies (Quietud): Personificación, tuvo una capilla en la Via Labicana y otra cerca de la Porta Collina.[13] Habita en la cueva de Somnus según Estacio.
Quirino: Sobrenombre con el que se veneró a Rómulo tras su muerte.[14]
Quiritis: Sobrenombre de Juno. Quizá lo obtuvo porque en sus representaciones portaba una lanza (en latín, curis).[15]
Recarano: Pastor fabuloso de enorme fuerza corporal y coraje. En cierta ocasión, Caco, un ladrón, le robó ocho bueyes que se habían perdido en el valle del Circo Máximo y se los llevó a su guarida en el monte Aventino. Recarano los encontró gracias a sus bramidos. Así, entró en la cueva y mató al ladrón. Según la tradición, a los pies del Aventino Recarano dedicó después un altar a Júpiter (el Ara Maxima) y sacrificó al dios la décima parte del botín. Los romanos lo identificaron posteriormente con Hércules.[16]
Reparator: «El que prepara la tierra», uno de los asistentes de Ceres.
Redículo: Deidad que tenía un templo cerca de la puerta Capena y cuyo nombre los antiguos romanos creían que derivaba del hecho de haber inducido a Aníbal a volverse al sur cuando se aproximaba a las puertas de Roma. Una explanada en la segunda piedra miliaria de la Vía Apia tenía el nombre de Campus Rediculi. Fue probablemente uno de los lares de la Ciudad, también llamado Tutano (el dios que mantiene a salvo).[17]
Rédux: Sobrenombre de Fortuna que significa la que lleva al viajero de vuelta a casa con seguridad.[17]
Robigo (Robigus): Dios o diosa que personificaba la enfermedad de los cereales y protegía las cosechas. Tenía consagradas las Robigalia.[18]
Roma: (1) Diosa que personificó a la ciudad de Roma. Se la representaba vestida con una túnica larga y con un casco, sentada en una posición muy parecida a la de la griega Atenea. Como genio de la ciudad, se la adoró desde tiempos remotos, pero parece que hasta la época de Augusto no tuvo un templo en la ciudad. Durante el Principado su número aumentó en todas partes. Debido a que «roma» significa «fuerza», no es improbable que la oda de Erinna, dedicada a Roma, sea una oda a la personificación de la fuerza.[18] (2) Roma: Hija de Ítalo, en algunas tradiciones se dice que fue la esposa de Eneas o Julo y que dio nombre a la ciudad de Roma.[19]
Rumina: Diosa que protegía a los niños lactantes, adorada junto a Cunina. Los romanos le ofrecían libaciones de leche.[20]
Rumino: Sobrenombre de Jupiter que significa el que nutre.[20]
Runcina, Rusina, Runcia o Rurina: Diosa de los campos, invocada para prevenir la aparición de malas hierbas en los cereales y proteger las cosechas. Asociada a Ops como sobrenombre. Su nonmbre proviene de rus, ruris; como en «rural» y «rústico».[20] Es la a diosa ‘desbrozadora’, o diosa de la siega.
Rusor y Altor: Dioses agrarios. Rusor es invocado con Altor por los pontífices en un sacrificio a las divinidades de la tierra Telus y Telumo. Al interpretar la función del dios, Varrón deriva Rusor de rursus, «de nuevo», debido a la naturaleza cíclica de la agricultura.[21]
Spiniensis: Dios menor de la agricultura; invocado en el momento de quitar arbustos espinosos.
Stata Mater: Diosa que protegía frente al fuego. En ocasiones, se correspondía con Vesta.
Statanus: Dios también conocido como Statulinus o Statilinus. Supervisaba los primeros intentos de los niños de ponerse de pie. Junto con su mujer Statina protegía a los niños cuando estos abandonaban el hogar por primera vez y regresaban.
Statina: Esposa de Statanus (cf.). También Statilina, Statinus or Statilinus. Da al bebé aptitud o «rectitud», y el padre lo sostenía en alto para reconocer su responsabilidad de criarlo. Los niños no deseados podían ser abandonados en el Templo de Pietas o en la Columna Lactaria. Los recién nacidos con defectos congénitos graves podían ser ahogados o asfixiados.
Vacuna: Antigua diosa sabina del descanso tras la cosecha que protegía a las ovejas de los campesinos; más tarde se la identificó con Nike y se la veneró como diosa de la guerra.
Vatica: De donde proviene el nombre de Vaticano. Los etruscos solían enterrar a sus muertos en necrópolis fuera los muros de sus ciudades. Por ese motivo, se levantó una en una colina cercana a uno de sus poblados. El nombre de la diosa etrusca a la que se advocó la necrópolis se llamaba Vatica.
Vaticano (Vaticanus) o Vagitanus: Abre la boca del recién nacido para su primer llanto.
Véjove, Veiovis o Véyovis: Un dios de naturaleza infernal asociado con Júpiter y también con el Apolo griego.
Venilia: Una ninfa, esposa de Jano o Fauno, relaccionada con las olas del mar y los vientos.
Venus: Diosa del amor, la belleza y la fecundidad; Afrodita en la mitología griega. Formaba parte de los Dii Consentes.