Anke de Vries | ||
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Anke de Vries en 2012 | ||
Información personal | ||
Nacimiento |
5 de diciembre de 1936 Sellingen (Países Bajos) | (88 años)|
Nacionalidad | Neerlandesa | |
Lengua materna | Neerlandés | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escritora y escritora de literatura infantil | |
Distinciones |
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Anke de Vries (Sellingen -Groningen-, 5 de diciembre de 1936) es una escritora holandesa de literatura infantil y juvenil. En sus casi 50 años de trayectoria literaria ha escrito más de 80 libros y ha obtenido diversos premios en su país.
Vivió la mayor parte de su infancia y primera juventud en Harskamp, en la provincia holandesa de Veluwe. Tras graduarse en el instituto de Ede, empezó a viajar y visitó Grecia y Francia, entre otros destinos. En 1957 se casó con el pintor francés Laurent Félix-Faure y vivió con él durante años en varios países. Tras residir en Pakistán se trasladaron a La Haya en 1963 y desde entonces vive y trabaja entre Francia y Holanda.[1] De Vries completó un curso intensivo de escritura creativa y comenzó su carrera literaria en 1972 con la novela Las alas de Wouter Pannekoek. Después escribió libros para niños que estaban aprendiendo a leer y libros de texto, para continuar dedicándose más intensamente a la literatura infantil y juvenil. En 1992 publicó su libro más conocido, Blauwe Plekken ("Puntos azules"; de esta novela no existe traducción en español), centrada en el maltrato infantil.[2] En su trayectoria ha publicado más de 80 libros siempre dentro de la literatura infantil y juvenil.[3] En los últimos años, y a pesar de no tener formación artística, comenzó a pintar collages y ha realizado diversas exposiciones de sus trabajos pictóricos.[4]
Ha sido galardonada con la Pluma de Plata (Premio Nacional del Libro de Holanda) y ha recibido una mención en la Lista de Honor del Premio Europeo de Literatura Juvenil.[5] Sus obras se han traducido a quince idiomas.[4]
Su narrativa juvenil se ocupa principalmente de los problemas de la infancia y la adolescencia, el miedo al rechazo, la discriminación y el maltrato, siempre con jóvenes protagonistas. Asimismo, a menudo emplea elementos detectivescos que guían la trama y el pasado cobra bastante importancia.[6] Por lo general, la acción de estas novelas está ambientada en Holanda y Francia.[7]
En cuanto a su narrativa infantil, suele estar protagonizada por animales como la ratoncita Grisela o la cerdita Vivi y trata temas como la seguridad en uno mismo, la autoestima y la amistad.[8]