Regla Arará | ||
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Fundación | finales del siglo XIX | |
Tipo | Religiones afroamericanas | |
País o región de origen | Cuba | |
País con mayor cantidad de seguidores | Cuba | |
Organización internacional | Brasil, Haití | |
Religiones relacionadas | Palo monte, santería | |
Arará es un grupo etnoreligioso minoritario en Cuba (especialmente en las provincias de La Habana y Matanzas) que descienden de los fon, ewe, popo, mahi y otros grupos étnicos en Dahomey. Arará también puede referirse a la música, el baile y la religión de este grupo de personas.[1]
La palabra arará[2] y sus cognados, rada (Haití, Trinidad) y arrada (Carriacou), se derivan de Allada, una ciudad en Dahomey. Los cabildos de Arará (asociaciones étnicas) se formaron en el siglo XVII, y todavía existen diferencias culturales regionales entre las comunidades de arará en Cuba que se remontan a África (Arará Dajomé, Arará Sabalú y Arará Magino). El nombre Sabalú deriva de Savalu, una ciudad en el norte de Dahomey, y "Magino" deriva de Mahi. Los esclavos de estas áreas fueron llevados a otras partes de las Américas. Se pueden encontrar ejemplos sobrevivientes de la cultura Dahomeyan (como la música y la religión) en Haití, las Granadinas y las ciudades brasileñas de Sáo Luis do Maranháo, Salvador, Recife y Porto Alegre.
La Regla de Arará, que no debe confundirse con el vudú cubano que mantiene la población haitiana del este de Cuba, está relacionada con la Regla de lucumí y vudú, con cierta superposición de canciones, espíritus y tradiciones. Los tres usan música de percusión y danza para inducir la posesión espiritual.
La música de arará se caracteriza por estilos de percusión particulares, que incluyen tambores, aplausos y percusiones corporales. Los instrumentos incluyen el ogan (una campana de hierro) que puede reemplazarse con una guataca (cuchilla de azada), cachimbo (tambor más pequeño, tono más alto), mula (tambor mediano) y caja (tambor más grande, tono más bajo). Los tambores son de una sola cabeza y cerrados en la parte inferior, afinados con clavijas. Otros nombres para estos tambores también se usan en algunas partes de Cuba, como hungan para la caja. El plomo se juega con un palo y una mano, mientras que los demás se juegan con pares de palos por jugadores sentados.
Sus principales templos se encuentran en la provincia de Matanzas (Cuba).[1]