Los arqueros a camello son tiradores armados con un arco y montados a camello. Se les suele considerar como adeptos al tiro con arco al estilo árabe. Obtuvieron gran popularidad en las Cruzadas, y eran empleados en Arabia, Asia y Eurasia. Se cree que Saladino utilizaba camellos como sustituto de otras formas de transporte.
Los camellos son más altos que los caballos, y son más resistentes en guerras en el desierto.[1] Sin embargo, los camellos eran utilizados a menudo como medio de transporte, y no como una plataforma apta para el disparo. Un testimonio muestra cómo un arquero árabe baja de su camello, y vacía su carcaj en el suelo antes de arrodillarse para disparar.[2]
Además, Darío III que gobernó desde el 336 a. C. hasta 330 a. C. era conocido por contrarrestar los ataques de Alejandro Magno con guerreros montados a camello. A pesar de sus ventajas, muchas regiones del mundo que tienen acceso a los camellos preferían utilizar el arquero a caballo, más rápido y más fuerte en general.[3]