La arquitectura del Perú comprende una amplia variedad de estilos constructivos desarrollados a partir del año 3000 a. C. hasta la actualidad en el territorio actual y alrededores del estado moderno conocido como Perú. Su larga tradición abarca distintos periodos históricos desde el Antiguo Perú, el Imperio inca, el Virreinato del Perú y la República hasta nuestros días.
La arquitectura colonial peruana es la conjunción de los estilos europeos influenciados por la imaginería indígena. Dos de los ejemplos más conocidos del Renacimiento son la Catedral de Cuzco y la Iglesia de Santa Clara en Cuzco.[1][2]
Después de este período, la mezcla cultural alcanzó una expresión más rica en el estilo barroco. Algunos ejemplos de este periodo barroco son el Convento de San Francisco en Lima,[3] la Catedral de Cajamarca, o la fachada de la Universidad de Cuzco y, sobre el conjunto, las iglesias de San Agustín y de Santa Rosa, en Arequipa, son sus exponentes más bellos.
En la Amazonía, Iquitos tiene su centro histórico que colecciona edificios únicos construidos durante la fiebre del caucho, destacando Ex Hotel Palace, la Iglesia Matriz de Iquitos y la Casa de Fierro.
Las guerras de independencia dejaron un vacío creativo que el Neoclasicismo de inspiración francesa rellenó. El siglo XX se caracteriza por el eclecticismo, al que se opone el funcionalismo constructivo. El ejemplo más importante es la Plaza San Martín en Lima.