Boeing Pad Abort Test | ||
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La Starliner enciende sus motores de escape | ||
Nombres |
Boeing Pad Abort Test Boe-PAT | |
Tipo de misión | Demostración de tecnología | |
Operador | ||
Duración de la misión | 1 minuto, 19 segundos | |
Propiedades de la nave | ||
Nave | CST-100 Starliner | |
Fabricante | Boeing | |
Comienzo de la misión | ||
Lanzamiento | 4 de noviembre de 2019 14:15:00 UTC[1][2] | |
Lugar | Campo de Misiles de Arenas Blancas | |
Fin de la misión | ||
Aterrizaje | 4 de noviembre de 2019 14:16:19 UTC | |
Lugar | Campo de Misiles de Arenas Blancas | |
La Prueba de Aborto de Plataforma (oficialmente conocida como Boeing Pad Abort Test y abreviado Boe-PAT) fue una prueba de la CST-100 Starliner y sus motores de escape realizada por Boeing como parte del desarrollo del programa de tripulación comercial. Fue el primer vuelo de la cápsula y uno de los últimos hitos antes de realizar la prueba de vuelo orbital. El principal objetivo de la misión era demostrar que la Starliner podía escapar con sus ocupantes de una emergencia en la plataforma de lanzamiento antes del propio lanzamiento.[3]
Después de un lanzamiento exitoso, solo dos de los tres paracaídas principales se desplegaron.[4] A pesar de esto, la NASA y Boeing consideraron la prueba un éxito, ya que la Starliner estaba diseñada para funcionar solo con dos paracaídas si fuese necesario.
En septiembre de 2011, Boeing anunció la conclusión de una serie de pruebas orientadas a validar el diseño del airbag que para la caída de la Starliner en el último momento. En mayo de 2019 todas las pruebas principales se habían completado utilizando sistemas reales preparados para el vuelo. Estos eventos abrían el camino a las diferentes pruebas de aborto en plataforma y vuelo y a los vuelos de prueba tripulado y no tripulado.[3]
La prueba tuvo lugar el 4 de noviembre de 2019.[4] Los motores de escape se encendieron correctamente y después se realizó la separación del módulo de servicio. Uno de los tres paracaídas falló al abrirse pero la cápsula pudo aterrizar con solo dos.[5] El airbag ayudó a frenar la dura caída y el aterrizaje se evaluó como seguro con la NASA declarando la prueba un éxito. El calendario no se vería afectado por ese error de fabricación en un paracaídas,[6] que tras una investigación se atribuyó a error humano. Un pin que conectaba el primer paracaídas con el principal no se había conectado correctamente y el fallo no se había detectado debido a una cubierta protectora.[7]