En urbanismo y movilidad, el concepto de calle completa se refiere al diseño de una vía urbana que permite desplazamientos accesibles, seguros, cómodos y directos para todos los posibles usuarios, independientemente de su capacidad, edad o medio de transporte.[1][2][3][4][5]
El concepto se utiliza para las grandes avenidas y calles, las cuales deberían incluir, además de la calzada, aceras para peatones con árboles, bancos y pasos de cebra cada cierta distancia, ciclovías seguras e interconectadas para ciclistas y carriles bus o líneas de tranvía exclusivos para que el transporte público sea eficiente al evitar los atascos del transporte privado.[6][7]
El concepto de calle completa es complementario al de calle residencial y calle peatonal para calles más estrechas, donde la prioridad es del peatón y no existe una diferenciación de áreas para cada usuario.[8]