Carlos Cruz-Diez | ||
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Carlos Cruz-Diez en 2013. | ||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Carlos Eduardo Cruz Díez | |
Nombre en español | Carlos Eduardo Cruz-Diez (Español) | |
Nacimiento |
17 de agosto de 1923 Caracas, Venezuela | |
Fallecimiento |
27 de julio de 2019 (95 años) París, Francia | |
Sepultura | Cementerio del Père-Lachaise | |
Residencia | Ciudad de Panamá y París | |
Nacionalidad | Venezolana y francesa | |
Familia | ||
Padres |
Eduardo Cruz Mariana Díez | |
Cónyuge | Mirtha Delgado (matr. 1951) | |
Hijos |
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Educación | ||
Educación | Escuela de Bellas Artes de Caracas | |
Información profesional | ||
Área | Artes plásticas, op art, arte cinético | |
Empleador | Universidad Central de Venezuela | |
Movimiento | Arte contemporáneo | |
Sitio web | ||
Distinciones |
Orden Andrés Bello Premio Nacional de Artes Plásticas (1971) | |
Carlos Eduardo Cruz Díez (Caracas, Venezuela, 17 de agosto de 1923-París, Francia, 27 de julio de 2019)[1]fue un artista venezolano del arte cinético. Vivió y trabajó en París desde 1960 hasta su muerte.[2] Cruz-Diez propuso concebir el color como una realidad autónoma que se desarrolla en el tiempo y en el espacio, sin ayuda de la forma o necesidad de soporte. Su trabajo abarca ocho investigaciones: Couleur Additive, Physichromie, Induction Chromatique, Chromointerférence, Transchromie, Chromosaturation, Chromoscope y Couleur à l’Espace.[3]
Carlos Eduardo Cruz-Diez nació el 17 de agosto de 1923 en La Pastora, Ciudad de Caracas, Venezuela. Hijo de Carlos Eduardo Cruz Lander, un aclamado químico y poeta de ascendencia alemana y canaria, y Mariana Diez Feo. Por parte de su madre, muchos personajes destacados de la historia post-colonial tanto de Suramérica como en el resto de las Américas se pueden encontrar en su árbol genealógico. Para empezar, Carlos era bisnieto del general Mariano Diez,[4] que a pesar de haber nacido en el Seíbo, República Dominicana, contribuyo enormemente en la independencia de Venezuela, lugar que consideraría como su segunda patria. De esa forma, también se pueden encontrar registros de él que dejan en claro su participación activa en la Guerra Federal entre liberales federalistas y conservadores, siendo en este comandante de artillería. También tuvo un papel fundamental en liberar a su tierra natal del dominio español junto con el Licenciado José Nunez de Cáceres, aunque de esto poco se le recuerda en suelo dominicano. Mariano Diez a su vez fue hijo del colono Antonio Díez Baillo, quien nació el 15 de enero de 1748, en la villa de Osorno, Castilla la Vieja, España, y Rufina Jiménez Benítez, quien nació en la villa de Santa Cruz de El Seibo. Uno de los hijos más reconocidos del genera Diez (siendo este a la vez tío abuelo de Carlos), fue nada menos que Manuel Antonio Diez, vicepresidente de la república durante el mandato de Joaquín Crespo, 1884-1886. También es necesario dejar en claro que Mariano Diez no fue el único hijo fruto del matrimonio entre Antonio Diez y Rufina Benitez, debido a que también fue hermano de Manuela Díez Jiménez, madre de Vicente Celestino Duarte y Juan Pablo Duarte. Este último, considerado como libertador y padre de la patria de República Dominicana.[5]
Su fascinación por el color surge a raíz de la pequeña fábrica de botellas de gaseosas que monta su padre, pues en ella descubre el reflejo de la luz y el color gracias al impacto del sol en las vidrieras. Estudió en el Colegio Atenas y seguidamente cursó el bachillerato en el Liceo Andrés Bello. En 1940 se inscribe en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas donde obtiene el diploma de profesor de Artes Aplicadas. Allí recibe clases de destacados maestros, como Marcos Castillo, Luis Alfredo López Méndez y Juan Vicente Fabbiani. Entonces le interesa particularmente la obra de Francisco Narváez y Héctor Poleo. Mientras estudiaba, colaboraba con viñetas humorísticas para el diario La Esfera y la revista infantil Tricolor. Su pintura en ese momento se centraba aún en el realismo social.
Sin embargo, ya en este periodo formativo adquirió conciencia de la importancia del trabajo con el color. Aprendió de uno de sus maestros, Rafael Ramón González, a no pintar el color plano y evidente de los objetos sino a interpretar los matices que lo componen. Años más tarde profundizó en este precepto llegando a concretar uno de sus más grandes descubrimientos: apreciar que el color está en el espacio que nos rodea y que el punto radica en saber ver el color.
En 1944 trabaja como ilustrador y diseñador gráfico de la revista El Farol de la Creole Petroleum Corporation e ilustra también otras publicaciones. Realiza, asimismo, cómics para diversos periódicos venezolanos. En 1946 es director creativo de la agencia publicitaria McCann-Erickson Venezuela y luego, en 1953, es ilustrador del periódico El Nacional.[6] En 1954 comienza a interesarse por las corrientes abstractas y realiza una serie de proyectos para murales exteriores con elementos geométricos y ese mismo año presenta estos proyectos en el XV Salón Oficial (1954), los cuales producen comentarios de sorpresa por su conversión a la abstracción".
En 1955 reside durante un año y medio en El Masnou, Barcelona, España. Ese año viaja a París y visita la exposición Le Mouvement en la Galerie Denise René y, al año siguiente, expone en la Galería Buchholz de Madrid las series de Parénquimas y de Objetos rítmicos móviles. Luego de breves viajes a Nueva York y a París en 1957, regresa a Caracas y funda el Estudio de Artes Visuales, dedicado al diseño gráfico e industrial. En 1959 realiza su primer Couleur Additive y Physichromie.
En 1960 Cruz Diez decide instalarse definitivamente en París con su familia.[7] Al año siguiente participa en la exposición Bewogen Beweging en el Stedelijk Museum de Ámsterdam donde también colaboraron artistas como Allan Kaprow, Alexander Calder, Moholy-Nagy, Robert Rauschenberg, Jean Tinguely, Marcel Duchamp, Victor Vasarely, entre otros.[8] En 1965 lo nombran Asesor en el Centro Cultural Noroit, en Arras (Francia) y ese mismo año participa en The Responsive Eye en el Museum of Modern Art de Nueva York,[9] exposición que supone la consagración oficial del arte cinético.[10]
De 1972 a 1973, Cruz-Diez ejerce como profesor en la Escuela Superior de Bellas Artes y Técnicas Cinéticas, de París. Entre 1986 y 1993 es profesor titular del Instituto Internacional de Estudios Avanzados, en Caracas. En 1989 se pública en Caracas la primera edición de su libro Reflexión sobre el color,[11] basado en sus diversas investigaciones plásticas vinculadas al estudio del color como una "realidad autónoma en continua mutación".[12]
Para 1996 se inicia la construcción del Museo Carlos Cruz- Diez y en 1997 el artista es nombrado Presidente del museo y miembro del Consejo Superior de la Fundación Museo de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz-Diez, que tiene como objetivo estudiar, difundir, coleccionar y conservar el trabajo de diseñadores y artistas gráficos nacionales e internacionales relacionados con la estampa y el diseño.[13] En 2005 su familia crea la Cruz-Diez Art Foundation[14] dedicada a la promoción, conservación, desarrollo y difusión de su legado artístico y conceptual.
En 2008, dos años antes del 50 aniversario de su llegada a París, Cruz-Diez obtiene la nacionalidad francesa. En 2009 su familia crea en Panamá el Atelier Articruz. Para 2011 inaugura su mayor exposición retrospectiva Carlos Cruz-Diez. Color in Space and Time en el Museum of Fine Arts (MFAH) de Houston en Estados Unidos,[15] exposición que también viajó a La Pinacoteca de Sao Paulo en Brasil, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) en Argentina y el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) en México. En el 2012 recibe el grado de Oficial de la Ordre national de la Légion d’honneur.[16]
Su obra forma parte de las colecciones permanentes de museos tales como: Museum of Modern Art (MoMA), Nueva York;[17] Tate Modern, Londres;[18] Centre Georges Pompidou, París;[19] Museum of Fine Arts, Houston;[20] Wallraf-Richartz Museum, Colonia; Musée d’Art Moderne de la Ville de París, entre otros.[21]
En 2019 se le dedica una retrospectiva en el Museo de Arte Contemporáneo de Panamá junto a sus obras más recientes. Cruz Diez falleció de forma natural el 27 de julio de 2019 en París.
Entre sus exposiciones individuales y colectivas figuran:
En los últimos 50 años, he insistido en llevar el color al espacio, sin soporte y sin anécdota, revelándolo en su ambigüedad, como circunstancia efímera, en continua mutación creando realidades autónomas.Carlos Cruz-Diez[23]
La mayor parte de sus reflexiones tienen origen en lo que él denomina soportes para acontecimientos cromáticos.[23] Su obra pone en evidencia que el color, al interactuar con el observador, se convierte en un acontecimiento autónomo capaz de evolucionar en el tiempo y el espacio real, sin ningún tipo de anécdota y sin la ayuda de la forma o del soporte.[24]
Por mi trayectoria cromática intento evidenciar el color como una situación efímera, como una realidad autónoma en continua mutación. Es una realidad porque los acontecimientos tienen lugar en el espacio y en el tiempo real. Sin pasado ni futuro, en un presente perpetuo. Es autónomo porque su puesta en evidencia no depende de la forma o de lo anecdótico, ni siquiera del soporte.Carlos Cruz-Diez[25]
Cruz-Diez ha centrado sus investigaciones en la disociación del binomio forma-color al proponerse liberar el color de la forma. Partiendo de la fragmentación del plano, utiliza módulos de acontecimiento cromáticos (serie de líneas en riguroso orden programado) para evidenciar sus postulados teóricos acerca del color.
El color es un hecho autónomo que existe sin necesidad de la forma.Carlos Cruz-Diez[26]
Así, los rombos y demás formas que aparecen en sus obras, no son convencionales en el sentido tradicional del término; son el resultado de la acumulación de módulos que, por superposición y repetición, generan formas virtuales tales como cuadrados, triángulos, rectángulos u otros.
Establecida su plataforma conceptual en Caracas desde 1959, Cruz-Diez se residenció en París a partir de 1960 con el objetivo de desarrollar y estructurar los diferentes soportes que le permitirían materializar su discurso plástico. Es así que entre 1959 y 1995 realizó ocho investigaciones que evidencian distintos comportamientos del color: Addition Chromatique, Physichromie, Induction Chromatique, Chromointerférence, Transchromie, Chromosaturation, Chromoscope y Couleur dans l’espace.[27]
En los últimos 50 años, Cruz-Diez ha realizado obras a escala urbana y monumental en diversos países:
Las obras que realizó en el ambiente urbano y en el hábitat, están concebidas como un discurso plástico que se genera en el tiempo y en el espacio, creando situaciones y acontecimientos cromáticos que cambian la dialéctica entre el espectador y la obra. A diferencia de los artistas del Medioevo, del Renacimiento o de los muralistas mexicanos, mis obras no contienen discursos referenciales. Constituyen el soporte de un acontecimiento que evoluciona en el tiempo y en el espacio reales y cambian con el desplazamiento de la luz y la distancia del espectador. Son situaciones autónomas desprovistas de anécdotas, en las que el espectador descubre el color haciéndose y deshaciéndose, sin tiempo pasado ni futuro, en un presente perpetuo.Carlos Cruz-Diez, París, 1996[28]
En 2009 el maestro y el diseñador venezolano Oscar Carvallo se unieron por primera vez para colaborar en un evento en el Musée des arts décoratifs de París.
Para enero de 2014, Cruz-Diez y Carvallo exhibieron la colección “Voyage Cinétique II” en la semana de la moda de París, generando la combinación de arte cinético y moda.[29]