La ceniza de los huesos son los constituyentes minerales del hueso, que quedan tras la combustión de las sustancias orgánicas. Se trata principalmente de fosfato de calcio (alrededor del 80 %) y de carbonato de calcio (alrededor del 10 %).
La ceniza de hueso se utilizaba antiguamente para la producción de fósforo y ácido fosfórico, vidrio opalino, esmaltes, materiales cerámicos en hornos, y como agente de pulido y desbarbado.