Cetoacidosis | ||
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Especialidad | endocrinología | |
Síntomas | náuseas, vómitos, respiración rápida | |
La cetoacidosis es un estado metabólico asociado a una elevación en la concentración de los cuerpos cetónicos en la sangre, que se produce a partir de los ácidos grasos libres y la desaminación (liberación del grupo amino) de los aminoácidos. Los dos cuerpos cetónicos más comunes en el metabolismo humano son el ácido acetoacético y el beta-hidroxibutirato.
En la cetoacidosis, el organismo falla en la regulación de la producción de cuerpos cetónicos llevando a la acumulación de estos ácidos, lo que provoca a una disminución del pH sanguíneo (< 7,35). En casos severos, este tipo de acidosis metabólica puede resultar fatal.[1]
La cetoacidosis es más común en pacientes con diabetes tipo 1,[2] en donde el hígado realiza lipólisis y proteólisis en respuesta a la falta de sustrato para la respiración aeróbica. El alcoholismo prolongado también puede producir cetoacidosis.
La cetoacidosis provoca aliento cetónico, el cual es debido a la cetona, un subproducto de la descomposición espontánea del ácido acetoacético. El olor asemeja al de fruta en estado de descomposición[3] La cetosis también puede llegar a oler, pero su aroma es mucho más tenue debido a la menor concentración de acetona.
La cetoacidosis más conocida es la cetoacidosis diabética (CAD), que consta de una forma severa y específica de acidosis metabólica; como en todas las acidosis, hay un incremento en la concentración de hidronios que resulta en disminución del bicarbonato plasmático.
En la cetoacidosis diabética tipo 2 los trastornos metabólicos que se producen son generados por una deficiencia absoluta o relativa de insulina, amplificados por un incremento en los niveles de las hormonas antiinsulina u «hormonas del estrés»: glucagón, catecolaminas, cortisol y hormona del crecimiento.
Algunos síntomas de este trastorno son náuseas, vómitos, dolor abdominal, deshidratación, respiración rápida y, en casos graves, pérdida de consciencia. Además es característica la taquipnea, respiración de Kussmaul, sensibilidad a la palpación abdominal, edema cerebral e hipotensión.
El manejo se basa principalmente en la correcta hidratación y manejo del estado ácido-base en segundo lugar.[4]