Chryseobacterium | ||
---|---|---|
Taxonomía | ||
Dominio: | Bacteria | |
Filo: | Bacteroidota | |
Clase: | Bacteroidia | |
Orden: | Flavobacteriales | |
Familia: | Flavobacteriaceae | |
Género: | Chryseobacterium | |
Especies | ||
Chryseobacterium es un género de bacterias que en medio sólido producen colonias color amarillo debido a la producción de pigmentos tipo flexirrubina.[1]
Generalmente tienen forma de bastón, miden 0.5 μm de ancho y 1-3 μm de largo, aunque se han encontrado especies que miden 0.2-0.4 µm y 0.4-0.7 µm de largo.[2] Son Gram negativas, no producen esporas y no tienen motilidad. Son aerobios obligados y quimioorganotrofos. Son catalasa y oxidasa positivas, y no reducen nitrito o nitrato.[1][2] La mayoría de las especies ambientales crecen adecuadamente a 30 °C, sin embargo, también existen algunas psicrotolerantes como: C. joostei, C. vrystaatense, C. daecheongense, etc. Las especies que se han aislado de ambientes hospitalarios crecen adecuadamente a 30-37 °C.
La mayoría de las especies de Chryseobacterium se han aislado de suelo y ambientes marinos, siendo el primero en donde se encuentran mayormente.[2] Las especies que se han encontrado en rizosfera son: C. formosense, Chryseobacterium soldanellicola y Chryseobacterium taeanense.[2][3] Nuevas especies de Chryseobacterium se han encontrado en rizosferas de plantas de arenales: Chryseobacterium elymi sp. nov., Chryseobacterium hagamense sp. nov., Chryseobacterium lathyri sp. nov. Y Chryseobacterium rhizosphaerae sp. nov.[4] También algunas especies se han encontrado en los hospitales, incluso en las superficies de tubos y catéteres de pacientes. Chryseobacterium no es comensal normal del microbioma humano.[2]
Las especies más relevantes clínicamente son Chryseobacterium indologenes y Chryseobacterium gleum por su relación con bacteremias.[2] También se han aislado especies de medios acuáticos, incluso algunas son patógenas para los peces.[5]
La mayoría de las especies del género Chryseobacterium son resistentes a una gran variedad de antimicrobianos.[1] Las especies C. indologenes y C. gleum son capaces de sintetizar β-lactamasas, las cuales les dan resistencia a antibióticos como las cefalosporinas.[2] También se ha reportado que algunas especies pueden ser resistentes a tetraciclinas, eritromicina y linezolid y pueden tener sensibilidad a clindamicina y vancomicina.[2]