El Colegio Clementino de Roma es una institución educativa fundada en 1595 y dirigida por la Orden de los Padres Somascos, llamada con más precisión la «Orden de los Clérigos Regulares de Somasca» (Ordo Clericorum Regularium a Somascha),[1]
Debe su nombre al papa Clemente VIII, nacido Ippolito Aldobrandini, que lo instituyó con la bula Ubi primum a Summi apostolatum apicem de 5 de octubre de 1595. La sede original estaba en la ciudad de Roma, en la actual Piazza Nicosia. El objetivo era la educación de los jóvenes en las costumbres romanas y extranjeras, así como en el estudio de las Bellas Artes y las artes liberales.
Alejandro Malaspina, Pascual Enrile y Alcedo, Ramón Pignatelli.