En el siglo XIX el capitalismo y la revolución industrial se asentaron en Europa y se expandieron en busca de regiones que proporcionaran materias primas y mercados.
Todo gran país pretendía tener un imperio colonial, tal y como lo conciben los ingleses. Los imperios de la Edad Moderna no solo explotaban el territorio, sino que pretendían establecerse en él de manera definitiva, pasando a formar parte de la corona. En contrapartida, los imperios de la revolución industrial pretenden solo explotar el territorio. Se trata de obtener materias primas de las regiones "no desarrolladas" y exportar los productos elaborados a estas mismas regiones,[cita requerida] con un valor añadido muy superior en regiones con pocos ingresos para comprarlos. Se buscaron principalmente productos agrarios y mineros. Entre los países europeos comenzó una carrera por el dominio de África, y del mundo. Esta carrera tendrá su expresión en la Conferencia de Berlín de 1884-1885, en la que los países europeos configurarían el reparto de África. Si bien no era esta la primera colonización duradera del continente o de partes del mismo (véase África romana y Conquista musulmana del norte de África).
Francia tenía la mayor cantidad de colonias en África con 35 colonias, seguida de Gran Bretaña con 32. Como resultado de la descolonización, 32 países obtuvieron la independencia de Francia y 28 de la Reino Unido.[1]
Hasta finales de la Edad Media, el África subsahariana fue un territorio prácticamente desconocido para los europeos, cuya exploración, iniciada por los portugueses, fue una aventura geográfica de descubrimiento. El río, por excelencia, que comunicó a Europa con el interior del continente fue el río Congo, donde había una fuerte competencia entre Bélgica y Francia por el dominio del paso al interior del continente africano. Livingstone, Stanley y Savorgnan de Brazza serán los exploradores que den a conocer este río al mundo Pacífico.. Inglaterra pretendía parte del territorio del sur. Portugal hizo valer sus derechos en el continente, puesto que tenía factorías, desde la antigüedad , en las costas Congoleñas (hoy dia, conocidas como Angola). Incluso España intentó la penetración al interior del continente, desde la costa de Guinea. Alemania se aseguró la parte occidental del territorio en la Conferencia de Berlín de 1884, en la que se estableció la libertad de navegación por los ríos de África. El Congo no dependía del estado belga, sino del rey Leopoldo Iri, ya que se considera patrimonio del rey y no del Estado.[cita requerida]