En telecomunicaciones e informática, la comunicación paralela es un método para transmitir múltiples dígitos binarios (bits) de manera simultánea. Es lo opuesto a la comunicación en serie, en la que se transmiten los bits uno a uno. Esta distinción es una de las características básicas de los canales de comunicaciones.
La diferencia básica entre un canal de comunicación en serie y uno en paralelo radica en el número de conductores eléctricos usados en la capa física para transmitir bits. La comunicación en paralelo implica el uso de más de uno de estos conductores. Por ejemplo, un canal de 8 bits transmitirá 8 bits (un byte) de manera simultánea, mientras que un canal en serie solo podrá transmitir esta cadena de manera secuencial. Si ambos canales operan a la misma frecuencia de reloj, el canal paralelo sería ocho veces más rápido. Un canal paralelo puede tener conductores adicionales para otras señales, como una señal de reloj para moderar el flujo de datos, una señal para controlar el direccionamiento de datos y señales de handshaking.
Antes del desarrollo de la tecnología de comunicaciones de alta velocidad en serie, la decisión de usar enlaces en paralelo en lugar de enlaces en serie estaba condicionada por los siguientes factores:
El abaratamiento de los circuitos integrados, combinado con el aumento de la demanda de velocidad y longitud de la conexión, ha desplazado a las conexiones paralelas en favor de las conexiones en serie. Por ejemplo: puertos de impresión IEEE 1284 frente a USB, PATA frente a SATA, y SCSI frente a FireWire.
Por otro lado, se están volviendo a usar conexiones de datos paralelas en comunicaciones por radiofrecuencia. En vez de transmitir bit a bit (como con el código morse), técnicas como PSM, PAM, comunicaciones multiple-input y multiple-output envían bytes completos de manera simultánea. Técnicas más recientes como OFDM se han usado en líneas de ADSL para transmitir hasta 224 bits en paralelo y en DVB-T para transmitir 6045 bits en paralelo.