La Conferencia de Savoy de 1661 fue una importante discusión litúrgica que tuvo lugar, después de la Restauración de Carlos II, en un intento de lograr una reconciliación dentro de la Iglesia de Inglaterra.
Fue convocada por Gilbert Sheldon, en sus alojamientos en el Hospital de Savoy en Londres. Las sesiones de la conferencia comenzaron el 15 de abril de 1661 y continuaron durante aproximadamente cuatro meses.[1] Para junio, quedó claro que había un punto muerto.[2]
La conferencia fue asistida por comisionados: 12 obispos anglicanos y 12 ministros representantes de las facciones puritanas y presbiterianas. Cada lado también tenía nueve diputados (llamados asistentes o coadjutores). El presidente nominal fue Accepted Frewen, el Arzobispo de York. El objetivo era revisar el Libro de Oración Común. Richard Baxter, en representación del lado presbiteriano, presentó una nueva liturgia, pero esta no fue aceptada. Como resultado, la Iglesia de Inglaterra mantuvo tensiones internas sobre gobierno y teología, mientras que un número significativo de disidentes abandonaron su estructura y crearon grupos no conformistas que mantenían compromisos teológicos puritanos.
En 1662, siguió el Acta de Uniformidad, que ordenaba el uso del Libro de Oración Común de 1662 y provocó la Gran Expulsión.
Los comisionados y diputados nominados fueron los siguientes:[3]
Por parte de los anglicanos:
Por parte de los presbiterianos:
Por parte episcopal, estaban:
Por parte presbiteriana, estaban:
Se suponía que habría un diputado más del lado presbiteriano, Roger Drake. Un error clerical hizo que su nombre apareciera como "William Drake" en el documento oficial, y él en realidad no asistió.[4]