La cultura del hacedor, cultura fabricante, o cultura maker, es una subcultura contemporánea que representa una extensión de la cultura DIY (Do It Yourself o 'Hágalo usted mismo'), basada en la tecnología y en el uso de herramientas.[1][2]
La cultura maker se interesa en actividades orientadas a la ingeniería, como ser la electrónica, la robótica, la impresión 3D, y el uso de herramientas de ˞˞control numérico, así como también se relaciona con actividades más tradicionales, como ser la ˞˞metalurgia, la ˞˞carpintería, y las artes y artesanías tradicionales, etc. Esta corriente enfatiza el enfoque de un uso reiterado de "cortar y pegar" para tecnologías estandarizadas para aficionados, y anima a la adaptación y reutilización de diseños publicados en sitios web y publicaciones orientadas al hacedor. Se observa en este planteamiento un fuerte énfasis en el uso y el aprendizaje de habilidades prácticas y su aplicación a diseños de referencia.[3][4][5]
El auge de la cultura hacedora está estrechamente relacionado con el aumento de los makerspaces (espacios de hacedores) y de otros espacios de similar orientación.
Un hacklab (en español: laboratorio hacker), también conocido como hackspace o hackerspace (en español: espacio de hackers), es un sitio físico de encuentro para conocer, socializar y colaborar con gente con intereses en ciencia, en nuevas tecnologías, en artes digitales o electrónicas, así como en tópicos cercanos o relacionados con los recién citados. Dicho sitio puede ser visto como un laboratorio de comunidad abierta, como un espacio donde gente de diversos trasfondos puede unirse, poniendo así al alcance de aficionados y estudiantes de diferentes niveles, la infraestructura y el ambiente necesarios para desarrollar y profundizar en sus propios proyectos tecnológicos. El propósito de un hackspace es pues, concentrar recursos y conocimientos para fomentar la investigación y el desarrollo en esas temáticas recién enumeradas.
Un Fab lab (acrónimo del inglés Fabrication Laboratory) es un taller de fabricacióndigital de uso personal, es decir, un espacio de producción de objetos físicos a escala personal o local que agrupa máquinas controladas por ordenadores. Su particularidad reside en su tamaño y en su fuerte vinculación con la sociedad más que con la industria.
Desde 2006 la subcultura hacedora ha celebrado eventos regulares a nivel mundial, por ejemplo, las Maker Faires (Ferias del Hacedor). Las más pequeñas, impulsadas por la comunidad Maker Faire, son denominadas Mini Maker Faire, y también se llevan a cabo en varios lugares donde aún no se ha celebrado una Maker Faire organizada por O'Reilly. Maker Faire proporciona un kit de arranque para Mini Maker Faires, para así fomentar la difusión de eventos Maker Faire locales.[cita requerida]