Una desechería es una instalación que permite hacer la recogida selectiva de aquellas fracciones de residuos municipales para las que no hay un sistema de recogida domiciliaria.
Son instalaciones cerradas y durante su apertura hay un servicio permanente de atención al público. El encargado de la desechería se encarga de informar a la gente, de la correcta gestión de los residuos y de las tareas administrativas.
Además de los puntos limpios, también existen los sitios de recogida móviles y las minidesecherías.
La desechería móvil consiste en un vehículo de recogida itinerante que se sitúa en diferentes municipios o barrios según un calendario preestablecido.
Las minidesecherías son pequeñas instalaciones que se encuentran dentro de un municipio y que permitiendo acercar el servicio al ciudadano y que depende de la desechería principal donde se transportan los residuos guardados.
Los residuos de aceptación obligatoria por parte de una desechería son los residuos municipales ordinarios (papel y cartón, vidrio, envases, plásticos no envase, chatarra y metales y textiles), los residuos municipales especiales (fluorescentes y lámparas de vapor de mercurio, neumáticos, baterías, disolventes, pinturas y barnices, pilas, frigoríficos y electrodomésticos con CFC y aceites minerales de particular)
Los residuos municipales voluminosos (electrodomésticos que no contienen sustancias peligrosas y muebles) y otros residuos (maderas, restos de jardín y escombros procedentes de obras menores).