Dia do Fico | ||
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Localización | ||
País | Brasil | |
Datos generales | ||
Tipo | evento histórico | |
El término Dia do Fico hace referencia, dentro de la historia del Brasil, al 9 de enero de 1822. En ese día, el entonces príncipe regente Pedro declaró que no cumpliría las órdenes de las Cortes portuguesas que exigían su regreso a Lisboa, quedándose en el Brasil.[1]
El término proviene del verbo portugués "Ficar" que, en su conjugación de primera persona del singular es "fico" y significa "me quedo", que fue la esencia del mensaje pronunciado ese día por Pedro I.
Con la llegada de la familia real a Brasil en 1808 huyendo de una posible invasión francesa, el país dejó de ser una colonia y pasó a ser el centro del imperio portugués, siendo que el hasta entonces Estado del Brasil se vio elevado a la condición de un reino constituyente del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarbes en 1815. En 1821 explotó la Revolución de Oporto y las élites políticas metropolitanas portuguesas instalaron las Cortes Generales y Extraordinarias de la Nación Portuguesa para elaborar una Constitución y el rey Juan VI regresó a Portugal dejando a su hijo, Pedro de Alcântara, en condición de príncipe regente.[2]
Durante 1821, cuando las discusiones en el ámbito de las Cortes iban en dirección de regresar al Brasil a la categoría de colonia, los liberales radicales se unieron al Partido Brasileiro, buscando evitar ese retroceso.[3]
Las Cortes expidieron órdenes al príncipe regente con la exigencia de su retorno inmediato a Portugal, nombrando una junta gubernativa para Brasil.[2]
Los liberales radicales, en respuesta, organizaron un movimiento para reunir firmas a favor de la permanencia del príncipe. Así, presionaron a Pedro para que se quede, juntando 8 mil firmas. Fue entonces que, contradiciendo a las órdenes emitidas por las Cortes, declaró públicamente
Se é para o bem de todos e felicidade geral da Nação, estou pronto! Digam ao povo que fico.[3]Si es para el bien de todos y la felicidad general de la Nación, ¡estoy listo! Díganle al pueblo que me quedo.
A partir de este episodio, Pedro entró en enfrentamiento directo con los intereses portugueses para romper el vínculo que existía entre Portugal y Brasil dentro del Reino Unido.
Desde ese día en adelante, se sucedieron los conflictos militares entre los partidarios de este "acto político" y aquellos que se posicionaron en favor de la corona portuguesa.[4] Frente a un escenario de conflicto, este episodio culminó - meses después - con la declaración de independencia de Brasil proclamada el 7 de septiembre de ese mismo año.[3]