La diplomacia del ping-pong o del pimpón[1] (inglés: Ping Pong Diplomacy, chino: 乒乓外交 Pīngpāng wàijiāo) se refiere a un intercambio de partidas de tenis de mesa entre jugadores chinos y estadounidenses a comienzos de la década de 1970, las cuales tuvieron destacables implicaciones políticas posteriores. De hecho, este suceso marcó el comienzo del deshielo en las relaciones entre la China comunista y los Estados Unidos, además de que pavimentó el camino para la histórica visita al país asiático realizada en 1972 por el entonces presidente Richard Nixon.
El equipo nacional de tenis de mesa estadounidense se encontraba en Japón en 1971, para participar del 31.er Campeonato Mundial de Tenis de Mesa. Fue allí donde recibieron, el 6 de abril de ese año, una invitación oficial para visitar China.
Desde los primeros años posteriores a la proclamación de la República Popular el 1 de octubre de 1949, los deportes habían comenzado a desempeñar un papel relativamente importante en la diplomacia del país, a veces incorporando el eslogan «Amistad primero, Competencia segundo» .
El 12 de abril de 1971 el equipo (junto a los periodistas que los acompañaban) se convirtieron en la primera delegación deportiva estadounidense en poner pie en la capital china de Pekín desde 1949. El encuentro en cuestión fue facilitado por el Comité Nacional sobre Relaciones EE. UU.-China (National Committee on U.S.-Chinese Relations).
Antes de la visita a China de los jugadores de tenis de mesa estadounidenses once compatriotas de estos últimos fueron admitidos en China durante una semana porque todos ellos profesaban estar afiliados a la armada internacional del Partido Pantera Negra, y el régimen maoísta veía a dicha organización marxista o izquierdista como una suerte de «legítima embajada estadounidense paralela». No obstante, el viaje de norteamericanos a China seguía siendo muy inusual, incluso para algunos ciudadanos de alto perfil como el senador Eugene McCarthy, quien expresase interés en visitar China luego de las elecciones presidenciales estadounidenses de 1968. Pero ni siquiera una persona como él, a pesar del alto cargo político que ostentaba, logró obtener permiso para visitar el país asiático.
Según la obra Historia del tenis de mesa de los EE. UU. (History of U.S. Table Tennis), del entonces jugador de tenis de mesa estadounidense Tim Boggan —quien viajó durante aquella época a China como miembro del equipo nacional de su país en dicha disciplina— tres incidentes podrían haber desatado tal invitación oficial al país asiático:
Cuando el Departamento Chino de Asuntos (o Relaciones) Exteriores recibió un informe que decía que el equipo nacional de tenis de mesa estadounidense deseaba ser invitado a visitar China, el mismo lo rechazó (tal como era usual hasta entonces). El propio Mao y su primer ministro Zhou Enlai inicialmente estuvieron de acuerdo con dicha decisión pero, cuando Mao vio las noticias en Dacankao, un periódico únicamente accesible a funcionarios gubernamentales de alto rango, decidió finalmente invitar al equipo de tenis de mesa estadounidense. Fue informado que el líder chino dijo al respecto que «Este Zhuang Zedong no sólo juega bien al tenis de mesa, sino que también es bueno y tiene mente para la política».
El 10 de abril de 1971, nueve jugadores estadounidenses, cuatro funcionarios, y las esposas de dos de ellos, cruzaron el puente que separaba la entonces colonia británica de Hong Kong de China continental. Una vez allí, jugaron partidos de exhibición entre el 11 y el 17 de abril, además de hacer un tour por la Gran Muralla y el Palacio de Verano, además de concurrir a una presentación local de ballet.
Durante la semana del 9 de junio de 2008 la «diplomacia del ping-pong» fue conmemorada en un evento de tres días de duración realizado en la Biblioteca Richard Nixon de la localidad californiana de Yorba Linda, pueblo en el que nació este ya fallecido expresidente estadounidense.
Uno de los jugadores estadounidenses, cuando regresó a su país, les dijo a los reporteros que los chinos eran muy similares a la gente de los Estados Unidos. Al respecto, él dijo lo siguiente:
“La gente es sólo como nosotros. Son reales, genuinos, tienen sentimientos. Hice amigos, hice genuinos amigos, usted ve. El país es similar a los Estados Unidos, pero aun así muy diferente. Es bello. Tienen la Gran Muralla, tienen planicies por allí. Tienen un antiguo palacio, los parques, hay arroyos y tienen fantasmas que encantan; hay todas clases de, usted sabe, animales. El país cambia desde el sur hacia el norte. El pueblo tiene una, una unidad. Ellos realmente creen en su maoísmo”[3]
En febrero de 1972 el entonces presidente estadounidense Richard Nixon realizó su histórica visita oficial a la China comunista de Mao Tse Tung.[4]
Dos meses después de la visita de Nixon, Zhuang Zedong visitó los Estados Unidos entre el 12 y el 30 de abril de 1972, encabezando la delegación china de tenis de mesa. Su equipo también realizaría una gira por Canadá, México y Perú.
No obstante, los entonces novedosos intentos de China de acercarse otros países a través de la «diplomacia de ping-pong» no fueron siempre exitosos, como por ejemplo cuando la Asociación Indonesia de Tenis de Mesa (PTMSI) en octubre de 1971 rechazó la invitación oficial china, sugiriendo que de haberla aceptado hubiese mejorado la reputación del gobierno comunista de Mao (Indonesia estuvo, entre 1967 y 1998, gobernada por el derechista o anticomunista general Suharto).
Debido en parte a la ausencia de deportistas o periodistas soviéticos en China luego de la gira de los estadounidenses, una de las especulación que surgieron en esa época sugería que tal acto representaba un desdén mutuo de parte de chinos y estadounidenses hacia la entonces Unión Soviética de Leonid Brézhnev, cuyo régimen comunista, en plena era del cisma ideológico chino-soviético comenzado hacia 1960, vio con preocupación este inusual acercamiento entre China y los Estados Unidos.