El encuentro de las aguas es la confluencia del río Negro, de aguas más oscuras casi de color negro, con el río Solimões, de aguas más claras con tonalidad arcillosa. Durante 6 km las aguas de los dos ríos corren lado a lado sin mezclarse, y es una de las principales atractivos turísticos de Manaos. En algunos puntos tiene hasta 60 metros de profundidad.
Este fenómeno es producido por las diferencias de temperatura, velocidad y densidad del agua de los dos ríos. El río Negro tiene una velocidad cercana a 2 km por hora y una temperatura de 28° C, mientras que el río Solimões fluye entre 4 y 6 km por hora a una temperatura de 22 °C.[1]