La era mesiánica es una Edad de Oro para la humanidad esperada por todos los sectores del judaísmo, cuando acontecerá la consumación de la justicia en la Tierra, el fin de las guerras y la resurrección de los muertos. El Judaísmo reformista no contempla la llegada de un mesías personal. Por medio de la propagación del Monoteísmo Ético, y el cumplimiento de los preceptos éticos de la Torá (las mitzvot), mediante el interés y la práctica del mejoramiento de la sociedad y la justicia social (Tikún Olam), los reformistas esperan instituir la "Edad de Oro". Los judíos reformistas no son exclusivos en cuanto a sus esfuerzos; enseñan que la cooperación de todas las personas buenas creará ese Mundo mejor.[1]