Escuela taller y casa de oficios son dos modelos de centro de enseñanza teórico-prácticos para personas entre 16 y 25 años que ofrecen los ayuntamientos españoles, con financiación de las otras Administraciones Territoriales, y a disposición de las personas desempleadas.[1]
Las Escuelas Taller y las Casas de Oficios constituyen un programa público de empleo-formación que tiene como finalidad la inserción de desempleados jóvenes menores de veinticinco años, a través de su cualificación en alternancia con la práctica profesional, en ocupaciones relacionadas con la recuperación o promoción del patrimonio artístico, histórico, cultural o natural, así como con la rehabilitación de entornos urbanos o del medio ambiente, la mejora de las condiciones de vida de las ciudades, así como cualquier otra actividad de utilidad pública o de interés general y social que permita la inserción a través de la profesionalización y experiencia de los participantes.
En las Escuelas Taller, la duración de las enseñanzas es de dos años, divididos en: seis meses durante los cuales los alumnos tendrán clases prácticas y teóricas, además de un profesor/a de apoyo para reforzar la lectoescritura. Después tendrán dieciocho meses para desarrollar un proyecto que la Escuela Taller previamente ha presentado, supervisados por los Monitores Docentes. Por su parte, en las Casas de Oficios la duración de las enseñanzas es de doce meses, divididos en seis meses de prácticas y seis meses para desarrollar el proyecto, supervisados por los Monitores Docentes.
El origen de este programa formativo puede situarse en 1985, siendo Ministro de Trabajo Joaquín Almunia, y como resultado de una reunión con el entonces alcalde de Valladolid, Tomás Rodríguez Bolaños, acudiendo a dicha reunión también José María Pérez “Peridis”. Allí se gestó la idea de crear las Escuelas Taller como plataformas de formación teórico-práctica para alumnos de entre 16 y 25 años. Como primer fruto, se empezó a rehabilitar el Monasterio de Santa María la Real, en Aguilar de Campoo.
Los proyectos de Escuelas Taller constan de una primera etapa de carácter formativo de iniciación y otra etapa de formación en alternancia con el trabajo y la práctica profesional.
Las enseñanzas teóricas se centran en la obtención (para quien no lo posea) del título académico de graduado en educación secundaria obligatoria con cierto número de clases a la semana, y el resto se dedica, al aprendizaje de un oficio tradicional como pueden ser:cantería, carpintería, herrería, albañilería, forja, encofrado, pintura, jardinería o cocina. Cabe destacar que en cada población, dichas escuelas son las que realizan (bajo la supervisión de un director y un monitor) las tareas y obras de bien común o social como restauración o rehabilitación de edificios históricos o públicos, reparación y conservación de señales de tráfico, alcantarillado, y mantenimiento.
La selección la realizan grupos de trabajo mixto entre la Entidad Promotora y los Servicios de Empleo de la Comunidad Autónoma correspondiente, y los requisitos para ser beneficiario son los siguientes:
Los proyectos de Casas de Oficios constarán de una primera etapa formativa de iniciación y otra segunda de formación en alternancia con el trabajo y la práctica profesional. La duración de ambas etapas será de seis meses.
A diferencia de las Escuelas Taller y las Casas de Oficios, los talleres de empleo se configuran como un programa para los desempleados de veinticinco o más años. Tendrán una duración mínima de seis meses y máxima de un año.