En histología del hígado, los espacios porta son estructuras tubulares tridimensionales, de tejido conjuntivo fibroso, situados en la periferia de los lobulillos hepáticos. Se originan en el hilio del hígado y se distribuyen en el interior de este órgano, siguiendo un patrón de ramificación sucesivo.
Cada uno de los espacios porta contiene una tríada porta, integrada por: una arteriola rama de la arteria hepática, una rama de la vena porta hepática, un conductillo biliar.[1][2]
Si consideramos el lobulillo hepático tridimensional, que posee forma de prisma hexagonal, como la unidad funcional del hígado, los espacios porta se ubican en las seis aristas de la periferia.[3]
Los espacios porta son pequeños conductos de tejido conjuntivo fibroso, que se originan en el hilio del hígado (cápsula de Glisson) y se distribuyen en el interior de este órgano, según un patrón de ramificación progresivo.[4]
En su espesor llevan las ramificaciones de: la arteria hepática, de la vena porta, del conducto biliar, de vasos linfáticos y de fibras nerviosas.[1]
La convergencia de los conductillos biliares de los espacios porta da lugar al conducto hepático por el que drena la bilis hacia el duodeno.[1]
La sangre fluye desde los espacios porta (PT) hasta las vena centro-lobulillar, también denominada vénula hepática terminal (CV/THV).
La Presión media de la sangre en la vena porta es de 10mm Hg y en la arteria hepática 90mm Hg.
La Resistencia en estos vasos proximales periportales es muy superior a la de los vasos más distales centro-lobulillares.[5]
Se llama espacio periportal, de Mall o de Kiernan, a la zona estrecha en forma de cuña que rodea la "tríada porta". Es la continuación de la vaina de Glisson, la parte de la cápsula que rodea el sistema porta y se extiende dentro del espesor del hígado.[6]
El tejido periportal sirve de soporte y armazón a: la tríada portal, los nervios y los linfáticos que siguen este camino de tejido conectivo a través del hígado.[10][3][11]
Algunas de las patologías que pueden ocupar la vía periportal de diseminación, son líquido (edema), sangre, procesos inflamatorios, infiltraciones tumorales y aire.[10]
↑ abRoss M.H., Pawlina W. (2007). «18:Aparato Digestivo III:Hígado». Histología: Texto y Atlas. Médica Panamericana. pp. 628-630. Consultado el 22 de junio de 2020.
↑González R., Hevia A., Galera H. (1996). «cap.2:Anatomía microscópica del hígado». En Herrerías Gutiérrez J. M., Díaz Belmont A., Jiménez Sáenz M., ed. Tratado de Hepatología. Universidad de Sevilla. p. I,20-I,22. Consultado el 5 de junio de 2020.
↑Koeppen B.M., Stanton B.A. (2009). «cap.17:Propiedades de la vasculatura». Berne y Levy. Fisiología + StudentConsult. Elsevier Health Sciences,. pp. 365-366. Consultado el 23 de junio de 2020.
↑Feldman M., Friedman L.S., Brandt L.J. (2017). «cap.71:Hígado». Sleisenger y Fordtran. Enfermedades digestivas y hepáticas: Fisiopatología, diagnóstico y tratamiento. Elsevier Health Sciences. p. 1220-1222. Consultado el 23 de junio de 2020.