El flat white es una bebida de café inventada en Australia en la década de 1980.[1][2][3][4] Se prepara agregando una capa fina de leche caliente o microespuma (leche vaporizada con pequeñas burbujas y una consistencia cremosa) en un café expreso, simple o doble. Es similar al tradicional capuchino o al café con leche aunque de menor volumen y, por lo tanto, con una mayor proporción de café que de leche (más cercano a un cortado), y la leche es más suave permitiendo que el expreso domine en sabor.[5]
La bebida se sirve tradicionalmente en una taza pequeña de cerámica de 150-160 ml. Se utiliza microespuma: la espuma de leche de la parte superior del recipiente de vaporización se desecha o se retiene en el recipiente mientras que la leche cremosa de la parte inferior del recipiente se vierte en el café, lo que aporta esa textura suave característica.[6] Un flat white incorpora tradicionalmente latte art.
Según una encuesta realizada a expertos de la industria del café, un flat white tiene varias características definitorias, siendo la principal una capa fina de leche caliente o microespuma (de ahí "flat" en flat white), en oposición a la capa relativamente gruesa de espuma en un capuchino.[7][8]
El flat white tiene su origen en Melbourne, Australia y Wellington, Nueva Zelanda. En Melbourne se produce tras la llegada de una importante inmigración de italianos después de la Segunda Guerra Mundial, y la introducción de las máquinas de café expreso en la década de 1950.[4] El flat white se comenzó a preparar en los cafés italianos donde el capuchino era el tipo de café más popular. De hecho, uno de sus orígenes lo sitúa en el intento fallido de preparar un capuchino en un café local de Wellington.[1]
El capuchino es parecido al flat white, pero tiene una capa de espuma más gruesa en lugar de microespuma.[7] La leche debe ser cremosa y no espumosa, que combinada con un expreso corto o ristretto evita sabores duros.[4]
El café con leche que se sirve en España también es parecido al flat white, pero utiliza leche escaldada. En un flat white, la leche se calienta a 60-70 °C sin que se forme espuma. Al calentar la leche a esta temperatura se conservan las grasas y las proteínas de la leche, y se mantiene un sabor dulce que se pierde a temperaturas altas.[9] Un café con leche también carece de la característica capa de microespuma de un flat white.
Algunas personas afirman de forma incorrecta que la única diferencia entre el flat white y el café con leche reside en el recipiente en el que se sirven.[10] Tanto en Australia como en Nueva Zelanda hay una diferencia generalmente aceptada entre cafés con leche y flat white en la proporción de leche para el café y la consistencia de la leche debido a la forma en que esta se calienta. La leche en un flat white no debe ser espumosa.
Fuera de Australia y Nueva Zelanda, el flat white ha sido exportado al Reino Unido desde 2005, y en 2010 comenzó a ser comercializado por Starbucks en este país.[11] En 2013 el flat white empezó a servirse en cafeterías australianas de Nueva York, con Hugh Jackman como copropietario de una de ellas y apoyando este tipo de café.[12]
Con la popularización del flat white en todo el mundo, cadenas de café como Starbucks, Costa Café, Caffè Nero y Pret a Manger lo han añadido a sus cartas. En Estados Unidos, Starbucks comenzó a servir flat whites en sus cafeterías en enero de 2015.[13]