Gerhard Ludwig Cardenal Müller | ||
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Prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe | ||
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Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe | ||
2 de julio de 2012-1 de julio de 2017 | ||
Predecesor | William Levada | |
Sucesor | Luis Francisco Ladaria Ferrer | |
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Obispo de Ratisbona | ||
1 de octubre de 2002-2 de julio de 2012 | ||
Predecesor | Manfred Müller | |
Sucesor | Rudolf Voderholzer | |
Información religiosa | ||
Ordenación sacerdotal | 11 de febrero de 1978 | |
Ordenación episcopal | 24 de noviembre de 2002 | |
Proclamación cardenalicia |
22 de febrero de 2014 por Francisco | |
Título cardenalicio | Cardenal diácono de Santa Inés en Agonía | |
Información personal | ||
Nacimiento | 31 de diciembre de 1947 (76 años) en Maguncia | |
Alma máter |
Universidad de Maguncia Universidad de Múnich Universidad de Friburgo | |
Dominus Iesus
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Gerhard Ludwig Müller (Maguncia-Finthen, 31 de diciembre de 1947),[1] es un cardenal católico y teólogo alemán. De 2012 hasta el 1 de julio de 2017 fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y presidente de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, de la Comisión Teológica Internacional y de la Pontificia Comisión Bíblica.[2]
Müller estudió teología y filosofía en la Universidad de Maguncia, la Ludwig-Maximilians-Universität München y la Albert-Ludwigs-Universität Freiburg.
Fue ordenado sacerdote el 11 de febrero de 1978.
El 1 de octubre de 2002 fue nombrado obispo de la diócesis de Ratisbona, y recibió la consagración episcopal el 24 de noviembre. Durante 16 años fue profesor de teología dogmática en la Universidad Ludwig-Maxilian de Múnich. Preparó la visita del pontífice Benedicto XVI a Ratisbona durante el viaje que realizó a Baviera en septiembre de 2006. También fue el encargado de la publicación de todas las obras (la llamada Opera Omnia, de 16 volúmenes) de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI en alemán.[3]
El 2 de julio de 2012 fue nombrado por Benedicto XVI prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y presidente de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, de la Comisión Teológica Internacional y de la Pontificia Comisión Bíblica.
Fue creado cardenal por el papa Francisco durante el consistorio del 22 de febrero de 2014.
Se destacó como crítico de algunas de las reformas emprendidas por el papa Francisco, en particular en relación con ciertos temas tratados en el Sínodo extraordinario de obispos sobre la familia y en la XIV Asamblea General Ordinaria del sínodo de obispos (ver sección respectiva).
El 1 de julio de 2017 fue relevado por el papa Francisco al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe y la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, la Comisión Teológica Internacional y la Pontificia Comisión Bíblica, siendo sustituido por el español Luis Francisco Ladaria Ferrer.[4]
En la Curia Romana es, o ha sido, miembro de los siguientes dicasterios:
El 1 de julio de 2024, durante un Consistorio presidido por el papa Francisco, fue promovido a la Orden de los Presbíteros manteniendo la Diaconía elevada pro hac vice a título cardenalicio.
En el marco preparatorio de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de Obispos, conocida como Sínodo extraordinario de obispos sobre la familia, Gerhard Ludwig Müller publicó en la edición del 23 de octubre de 2013 de L'Osservatore Romano un artículo titulado La fuerza de la gracia sobre la doctrina de la indisolubilidad del matrimonio, presentado por la editorial «para profundizar con serenidad en el tema, que es cada vez más urgente, del acompañamiento pastoral de estos fieles en coherencia con la doctrina católica».[6] Entre diversos puntos, el texto cancelaba de forma drástica la práctica vigente en las Iglesias ortodoxas sobre la posibilidad de una bendición de las segundas nupcias tras un recorrido penitencial para el cónyuge que fue abandonado.
En Oriente [...] condujo, especialmente después de la separación de la Cathedra Petri, a una praxis cada vez más liberal. Hoy existe en las iglesias ortodoxas una multitud de causas para el divorcio, que en su mayoría son justificados mediante la referencia a la Oikonomia, la indulgencia pastoral en casos particularmente difíciles, y abren el camino a un segundo o tercer matrimonio con carácter penitencial. Esta práctica no es coherente con la voluntad de Dios, tal como se expresa en las palabras de Jesús sobre la indisolubilidad del matrimonio, y representa una dificultad significativa para el ecumenismo.[6]
Müller recibió en respuesta una dura réplica del cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich y Frisinga y miembro del Consejo de Cardenales, quien señaló: «el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe no puede acabar con la discusión».[7]
Pocas semanas antes del sínodo, Gerhard Ludwig Müller apareció como uno de los 5 cardenales coautores del libro titulado Remaining in the Truth of Christ: Marriage and Communion in the Catholic Church (Permaneciendo en la verdad de Cristo: el matrimonio y la comunión en la Iglesia católica),[8][9] en que se presentaba como imposible la comunión sacramental de los católicos divorciados con nueva unión.
Algunos medios interpretaron la publicación del libro a las puertas de la celebración del sínodo como una actitud "provocativa",[10] opositora a la «postura aperturista» del papa Francisco y del cardenal Walter Kasper.[11][12][13][14][15] Los medios presentaron el sínodo en términos de dos grandes bloques, conformados en torno a los cardenales Gerhard Müller (tildado de conservador o de contrario a la apertura) y Walter Kasper (tildado de progresista, aperturista o probabilista).[16][17] En el decir del historiador católico Alberto Melloni:
La elección de salir con un non possumus ("no podemos") —sorprendente por las firmas, los tiempos en que las enuncian y la coordinación que las inspira— indica mejor que otras cosas el grado de hostilidad afectuosa que rodea a Santa Marta (residencia papal).[18]Alberto Melloni, en el Corriere della Sera
El cardenal Walter Kasper también se manifestó sorprendido por la aparición de ese libro.[19]
Periodista: «Muchos analistas piensan que no es una coincidencia que este libro salga justo en vísperas del sínodo...»
Kasper: «Sí, es un problema. No recuerdo una situación semejante, en la que de forma tan organizada cinco cardenales escribieran semejante libro. Es como se manejan los políticos, pero creo que en la Iglesia no deberíamos portarnos así.»[20]
El cardenal Müller persistió en su posición durante la XIV Asamblea General Ordinaria del sínodo de obispos, continuidad del anterior. En octubre de 2015, se difundió una carta firmada por él y otros doce cardenales (tildados de conservadores), en la que denunciaban la metodología empleada en el Sínodo convocado por el pontífice.[21]
Entró en el debate surgido a raíz de los controvertidos comentarios del arzobispo de Friburgo Robert Zollitsch que sostenía que el celibato sacerdotal es un don, pero que no sería teológicamente necesario, aunque sí sería una "revolución" si la tradición del celibato fuera abandonada por la Iglesia latina. Müller declaró: "El Concilio Vaticano II ha determinado claramente en el artículo 16 del Decreto sobre el ministerio y la vida sacerdotal cuáles son los requisitos decisivos".
En 2002 el obispo Müller publicó el libro Die Messe - Quelle des christlichen Lebens ("La Misa - Fuente de la vida cristiana", St. Ulrich Verlag, Augsburg). En su libro escribió: "En realidad, el cuerpo y la sangre de Cristo no significan los elementos materiales del hombre Jesús durante su vida terrena o en su corporalidad transfigurada. Cuerpo y sangre significan aquí ante todo la presencia de Cristo en el signo del pan y el vino, comunicables para la percepción sensorial humana en el aquí y el ahora".[22]
A propósito del pensamiento de Gustavo Gutiérrez, del que fue alumno, Müller declaró: "La teología de Gustavo Gutiérrez, al margen de cómo se la considere, es ortodoxa porque es ortopráctica y nos enseña el correcto modo de actuar cristiano, ya que deriva de la fe auténtica". Es importante señalar que las posiciones de Gutiérrez nunca fueron censuradas por la Santa Sede, aunque se le ha pedido modificar algunas de sus proposiciones.[23]
En su obra de 900 páginas Katholische Dogmatik. Für Studium und Praxis der Theologie ("Dogmática católica. Para el estudio y la praxis de la teología", Freiburg. 5ª edición, 2003), Müller declaró que la doctrina de la Perpetua virginidad de María no "se refiere tanto a las específicas propiedades fisiológicas durante el acto natural del parto [...], sino más bien a la curación y a la acción salvadora de la gracia del Salvador hacia la naturaleza humana".
En un discurso en octubre de 2011, Müller dijo que "el Magisterio católico está lejos de negar un carácter eclesial o una existencia eclesial a las Iglesias separadas y a las comunidades eclesiales de Occidente".[24]
Predecesor: Manfred Müller |
Obispo de Ratisbona 2002 - 2012 |
Sucesor: Rudolf Voderholzer |
Predecesor: William Levada |
Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe Presidente de la Pontificia Comisión "Ecclesia Dei" Presidente de la Comisión Teológica Internacional Presidente de la Pontificia Comisión Bíblica 2012 - 2017 |
Sucesor: Luis Francisco Ladaria Ferrer |
Predecesor: Lorenzo Antonetti |
Cardenal Diácono de Sant’Agnese in Agone 2014 - ... |
Sucesor: En el cargo |