Se llama guerra irregular a una lucha violenta entre actores estatales y no estatales por la legitimidad y la influencia sobre poblaciones relevantes.[1] La guerra irregular favorece las aproximaciones indirectas y asimétricas, aunque puede emplear toda la gama de capacidades militares y otras capacidades a fin de erosionar el poder, la potencia la voluntad de un adversario. Es inherentemente una lucha prolongada que pondrá a prueba la resolución de un estado y sus socios estratégicos.[2][3][4][5][6][7]
Con el término irregular se pretende poner de manifiesto el carácter de la guerra y la peculiar forma de combatir, diferente de la guerra convencional dando entrada a un sinfín de procedimientos y medios no regulados por leyes o convenciones internacionales, en los que cabe desde el asesinato indiscriminado o terrorismo, hasta el uso de tácticas o medios no convencionales, incluida la más sofisticada tecnología. Los procedimientos concretos usados se van adaptando en función de las circunstancias y disponibilidades en cada momento y cada día van adquiriendo nuevas peculiaridades.[8]
La distinción entre fuerzas regulares e irregulares no está relacionado con el término guerra irregular. El término, guerra irregular fue introducido como concepto diferente de guerra tradicional y guerra no convencional.
La guerra irregular incluye operaciones de distintos tipos como por ejemplo:[9]
Casi todas las guerras modernas incluyen al menos algún elemento de guerra irregular. Desde la época de Napoleón, aproximadamente el 80% del conflicto ha sido de naturaleza irregular.[10] Sin embargo, los siguientes conflictos pueden considerarse ejemplificados por una guerra irregular:[10][11][12]
Hoy día la guerra irregular se aplica a todas las áreas de competición militar y contra poderes competidores de otros países. Las grandes potencias se preparan para ser competitivas en este tipo de conflictos.[10]