Hemospermia | ||
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Especialidad | urología | |
La hemospermia o hematospermia es un síntoma o signo, caracterizado por la presencia de sangre en el semen, casi siempre de forma indolora acompañada de inflamaciones. La mayoría de las veces es un síntoma benigno.[1] Entre los hombres de 40 años o más, la hematospermia es un ligero indicador de cáncer, normalmente de próstata.[2] No se encuentra una causa específica hasta en el 70% de los casos.[3]
Aunque la hematospermia puede causar una angustia considerable a los pacientes, suele ser una afección benigna y autolimitada causada por infecciones, sobre todo en pacientes jóvenes. Un episodio aislado suele considerarse benigno y no es probable que esté asociado a una neoplasia maligna. La hematospermia recurrente puede indicar una patología subyacente más grave, sobre todo en pacientes mayores de 40 años.[4]
La infección o inflamación se considera la causa más común de la enfermedad. Entre los patógenos implicados se encuentran: bacterias Gram negativas (a menudo E. coli), gonococos, T. pallidum, C. trachomatis, N. gonorrhoeae, equinococos (raramente), VHS tipo 1 o 2 y VPH. La enfermedad también puede estar causada en raras ocasiones por algunas infecciones sistémicas crónicas como la tuberculosis o la esquistosomiasis. Además, la inflamación testicular, prostática y epididimaria en general puede cursar con hematospermia.[1][4][5]
Algunas neoplasias del aparato genitourinario pueden cursar con hematospermia. Las causas malignas de hematospermia incluyen: cáncer de próstata, tumores testiculares o epididimarios, carcinoma de la vesícula seminal (raramente) y tumor uretral.[4] Los linfomas y las leucemias también pueden presentar hematospermia como síntoma.[5]
Diversas patologías de la próstata (prostatitis, cálculos, quistes, hiperplasia prostática benigna, infección bacteriana, etc.) pueden provocar la presencia de sangre en el eyaculado.[4][5]
Las afecciones sistémicas como la hipertensión maligna, la disfunción hepática o los trastornos hemorrágicos y la amiloidosis pueden presentar a veces hematospermia como síntoma. Los traumatismos en la región también pueden causar esta afección.[4] Además, las anomalías estructurales de la anatomía genitourinaria (por ejemplo, anomalías vasculares, pólipos, malformaciones uretrales, etc.) pueden provocar hematospermia como síntoma.[1][5]
Las relaciones sexuales o la masturbación excesivas, la abstinencia sexual prolongada, las relaciones sexuales interrumpidas y determinados comportamientos sexuales también pueden provocar (en la mayoría de los casos, episodios aislados de) hematospermia.[1]
La causa exacta no puede determinarse hasta en el 70% de los pacientes.[4]