En la tradición ortodoxa, un hieromártir (en griego antiguo: Ὁ Ἱερομάρτυρας, en latín: sanctus martyr, en ruso: Священномученик) es un mártir que había recibido la ordenación como obispo, sacerdote o diácono, y que muere a causa de su creencia en Jesucristo.[1]
La diferencia entre un hieromártir y un mártir radica en la presencia de la primera orden sagrada. Los hieromártires no constituyen un estrato especial de santidad, y en la liturgia se los conmemora junto con otros mártires. En la Iglesia ortodoxa, durante la proskomedia o liturgia de preparación, tanto para ellos como para otros mártires, se extrae cinco partes de las nueve prosfora.
Entre los hieromártires de los primeros siglos del cristianismo se incluyen a:
De los santos rusos, los mártires son:
La mayoría de los nuevos mártires y confesores de la Iglesia ortodoxa rusa fueron canonizados precisamente como hieromártires, ya que eran clérigos u obispos.