El hipoblasto es un tipo de tejido que se forma con la masa celular interna (en mamíferos en general) o embrioblasto (en humanos en particular).[1] Se encuentra debajo del epiblasto y consiste en pequeñas células cúbicas.[2]
Del hipoblasto deriva el endodermo extraembrionario (incluyendo el saco vitelino).
A los 7 días de la fecundación comienza a formarse el disco embrionario, que está compuesto de dos capas: el epiblasto, que se relaciona con la cavidad amniótica en formación, y el hipoblasto, que se encuentra adyacente a la cavidad exocelómica, conformando su techo. El hipoblasto (o endodermo primario) se forma por delaminación de los blastómeros en la superficie interna del embrioblasto.[3] Qué células migrarán hacia el hipoblasto no se sabe con exactitud, pero una teoría sugiere que el destino de las células de la masa interna de la mórula (epi o hipoblasto) está determinado por la posición relativa que ocupan originalmente.[4]
A los 9 días, ha finalizado la implantación del blastocisto.[4] El hipoblasto comienza a aumentar su número de células (proliferar), que también migran sobre el citotrofoblasto hasta tapizar totalmente la cavidad del blastocisto formando una delgada capa de células aplanadas.[4] Este endodermo extraembrionario es denominado membrana de Heuser o membrana exocelómica,[3] mientras que la cavidad del blastocisto ahora se denomina cavidad exocelómica o saco vitelino primitivo.[4]
A medida que transcurre el desarrollo embrionario, comienza a formarse un saco vitelino secundario gracias a la migración hacia el interior de la cavidad de células endodérmicas extraembrionarias provenientes del hipoblasto, a la vez que se reduce el tamaño de saco vitelino primitivo.[3] A partir del día 12, nuevamente comienza a proliferar el hipoblasto, pero esta vez las nuevas células cúbicas emigran hacia el exterior, sobre la superficie del mesodermo extraembrionario. Esto hace que se desprenda el saco vitelino primitivo y comience a formarse el secundario o saco vitelino definitivo.[4]
En la gastrulación, algunas células que ingresan por la línea primitiva desde el epiblasto desplazan las células del hipoblasto hasta sustituirlo completamente, formando el endodermo o entodermo definitivo, que originará el revestimiento del intestino.[4]
Si bien las tres capas del embrión (ectodermo, mesodermo y endodermo) derivan únicamente del epiblasto, los factores inductores se originan primero en el hipoblasto y más tarde en el mesodermo.[4]