Ibrahim El-Batout | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
20 de septiembre de 1963 Puerto Saíd (Egipto) | (61 años)|
Nacionalidad | Egipcia | |
Lengua materna | Árabe egipcio | |
Información profesional | ||
Ocupación | Director de cine, productor de cine, camarógrafo y guionista | |
Género | Documental | |
Ibrahim El Batout (إبراهيم البطوط) (Port Said, Egipto, 20 de septiembre de 1963) es un director y productor de cine que reside en El Cairo dedicado principalmente al cine documental que ha sido galardonado en diversas oportunidades por sus obras.[1][2][3][4][5]
Desde 1987 ha sido camarógrafo, productor y director en filmes documentales, algunos de ellos para cadenas internacionales de televisión como ZDF, TBS y ARTE. Como corresponsal de guerra filmó para la televisión en una veintena de países en ocasión de 12 conflictos bélicos. Luego de ello quedó exhausto y se dio cuenta de que estaba equivocado y que, contrariamente a lo que había creído, los documentales no cambiaban nada. Pasó entonces por una etapa en la que se dedicó a la carpintería para volver después al cine pero dedicado a la ficción. Entonces hizo Ithaki (2005) y pudo ver que manejando su propia cámara podía hacer cine con un presupuesto casi inexistente y, además, como Egipto estaba bajo un gobierno extraordinariamente opresivo, era la única forma de escapar a su control y mostrar la realidad. Por eso trabajé sin guion, no presentó ninguno para ser revisado ni pedía autorización para filmar.[6]
En septiembre de 2005, ya finalizado Ithaki, El-Batout estaba involucrado en un proyecto de enseñanza para niños que vivían en el Alto Egipto usando como herramientas la filmación y el teatro. El maestro y director Mohamed Adel Fatah que también participaba del proyecto le sugirió a El-Batout que ubicara su siguiente filme en el vecindario de Ein Shams, un lugar que desde tiempo atrás había atrapado y fascinado al director cinematográfico, que aceptó la idea y escribió una historia apropiada para el lugar. A la película incorporó trozos sobrantes de filmaciones que había hecho en su último viaje a Irak y de este modo cerraba el ciclo de documentalista que había iniciado casi 20 años antes justamente en ese vecindario.[6]
Ein Shams fue hecha por estudiantes de cine de Alejandría trabajando bajo la conducción de El-Batout y su filmación costó seis mil dólares; después El-Batout obtuvo otros cien mil dólares para terminarla y llevarla al Festival de Doha; allí obtuvo el primer premio y le garantizaron otros cien mil dólares que le permitieron. por fin, pagar a los actores y técnicos.[6]
Su película Hawi trata sobre personas que han aprendido a librar sus batallas invisibles para mantener la dignidad y sobre su vinculación con la pobreza espiritual y económica.[7][8][9]
Jay Weissberg en Variety dijo que el filme "ofrece una inusual mirada de Alejandría que, como en películas anteriores como Ojo del Sol, privilegia el estado de ánimo por sobre la construcción narrativa, por lo que mientras los temas son evidentes, la imagen es débil respecto de la conexión de sus personajes". Recuerda que ek director "tiene una propensión casi religiosa en filmar sin limitaciones y con los presupuestos prácticamente inexistentes, consiguiendo que el elenco y los demá participantes, en gran parte no profesionales, trabajen sin guiones fijos, con el resultado remanente como única promesa de pago. Es, sin duda, un trabajo de amor, profundamente sentido, y El Batout actúa como escritor, conductor y uno de los protagonistas".
Opina, finalmente, que "la visión de El Batout de Alejandría es fascinante, a kilómetros de las soleadas o elegantes imágenes costeras que suelen verse en esta ciudad más occidental de Egipto. En su lugar, la mayoría de la película, especialmente la primera mitad, está filmada sin brillo, sin pulir, y la calidad del sonido desigual.[7]
Este filme “es de ese genuino cine independiente –hecho con recursos modestos pero con profundos profesionalismo y pasión- que no solamente alcanza el estándar internacional sino que puede competir mundialmente sin temor con el realizado con fabulosos presupuestos”.[10]
Hawi fue beneficiada con el fondo postproducción Hubert Bals del Festival Internacional de Cine de Róterdam de 2010 y era la primera de su país en su categoría en recibirlo.[10] En la segunda edición del Festival de Cine Tribeca de Doha el filme Hawi fue el único de Egipto que entró en la Competencia del Cine Árabe y uno de los 4 que se estrenaban mundialmente;[10] por el filme Hawi, Ibrahim El-Batout ganó el premio al mejor director en la Competencia de Cine Árabe.[11] Hawi fue nominada en el Festival de Cine de Taormina de 2011 al Premio Toro de Oro.[12]
Por la misma película fue galardonado en 2011 con el Premio del Jurado en el Festival Internacional de Cine de Rabat, y con los premios a la Mejor Película y al Mejor Guion en el Festival Internacional de Cine de Beirut y con una Mención de Honor en el Festival de Cine Árabe de San Francisco.
El sheita elli fat recibió, entre otros, los siguientes premios y nominaciones:[13][14]
Otros premios que recibió fueron: