Una incubadora de empresas (también conocida como vivero de empresas) es una organización diseñada para acelerar el crecimiento y asegurar el éxito de proyectos emprendedores a través de una amplia gama de recursos y servicios empresariales que puede incluir renta de espacios físicos, capitalización, coaching, networking (es decir acceso a una red de contactos) y otros servicios básicos como telecomunicaciones, limpieza o estacionamiento.
La Incubadora de Empresas es un centro de apoyo que brinda asesorías especializadas para evaluar una idea de negocio y lograr que se convierta en una empresa formal. Esta acción es vital, ya que minimiza el riesgo empresarial y aumenta las posibilidades de éxito. 80% de los negocios que se formaron independientemente no sobreviven al segundo año de vida*. *Secretaría de Economía
Las incubadoras de empresas normalmente son patrocinadas, apoyadas y operadas por compañías privadas, entidades gubernamentales o universidades. Su propósito primordial es ayudar a crear y crecer empresas jóvenes dotándolas del apoyo necesario en servicios técnicos y financieros.
Al ser el objetivo de las incubadoras de empresas la creación de negocios con impacto a largo plazo, y debido a los limitados recursos con los que estas organizaciones operan, los equipos de gestión de las incubadoras establecen criterios de selección para los proyectos candidatos a integrarse a sus modelos de trabajo. Entre los criterios que más destacan en estos procesos de selección están: viabilidad técnica, económica y financiera del proyecto, sector de actividad, calidad de los miembros del equipo emprendedor así como la adaptación a los objetivos específicos de la incubadora.
Una vez que una incubadora ha aceptado un proyecto emprendedor este pasa a través de un proceso de duración variable de acuerdo al tipo de proyecto pero que usualmente se divide en etapas de pre-incubación, incubación y post-incubación.
Trata del armado y afinación del plan de negocio de un proyecto emprendedor. El producto final de esta parte del proceso busca la refinación de la idea de negocio, definición del modelo de negocio y validación del mismo a través de procesos de investigación de mercados como encuestas o grupos de enfoque. Esta parte del proceso en las incubadoras de empresas está estrechamente ligada con los procesos de planificación estratégica.[1][2]
La fase en que el proyecto se lleva a cabo y se da seguimiento al impacto real de éste. Se prospectan cambios y se verifican objetivos. Implica un periodo de trabajo de entre 12 y 18 meses. En este proceso se implementa la planeación y se desarrollan de manera real los modelos de trabajo planteados en el plan de negocio para las diversas áreas de la nueva empresa como producción, mercadotecnia y recursos humanos.[1]
En esta etapa se da seguimiento al proyecto y se fortalecen áreas de oportunidad. El periodo crítico tarda seis meses, pero la asesoría de mejora es constante y por tiempo indefinido.[1]
Existen una variedad de incubadoras de empresas con características y funciones diferentes. No confundir con las aceleradoras de empresas, que estimulan el crecimiento de empresas ya creadas.
Apoyan la creación de empresas en sectores tradicionales, cuyos requerimientos de infraestructura física, tecnológica y mecanismos de operación son básicos. Su tiempo de incubación generalmente es de tres a seis meses. Por ejemplo: restaurantes, papelerías, lavanderías, joyería, abarrotes y consultoras, entre otros.
Apoya la constitución de empresas cuyos requerimientos de infraestructura física, tecnológica y mecanismos de operación son semi-especializados e incorporan elementos de innovación. Estas actúan desde el entendimiento del modelo de negocio empresarial y proyecciones estratégicas. El tiempo de incubación aproximado en estos centros es de 12 meses. Por ejemplo: desarrollo de redes simples, ideas de negocio diferenciadoras, distribuidoras, aplicaciones web, sector alimentos y sector agrícola, comercializadoras, telecomunicaciones y software semi-especializados.
Un ejemplo es la consultora Colombiana Business life S.A.S, que opera desde la revisión del modelo de negocio para formular estratégicas de desarrollo empresarial. En España, un ejemplo de este tipo de incubadoras es Grupo Intercom,[3] especializada en Negocio electrónico.
Apoya la constitución de empresas en sectores avanzados, tales como tecnologías de la Información y comunicación, microelectrónica, sistemas micro-electromecánicos (MEM’S), biotecnología, alimentos y farmacéutico, entre otros. Los proyectos que ingresan a estos centros pueden tardar hasta dos años en ser incubados.
Un ejemplo de este tipo de incubadoras son la Incubadora de Talento en México o las incubadoras del programa de Movistar "Movistar Innova" en diferentes países de América Latina.
En el futuro, se espera que la incubación se enfoque más en industrias específicas, ya que cada una tiene desafíos y necesidades únicas[4]. También se espera un mayor enfoque en regiones geográficas específicas, debido a que diferentes áreas tienen ecosistemas de startups diferentes. Además, se espera una mayor participación corporativa en la incubación[5], ya que las empresas reconocen la importancia de apoyar a las startups en sus etapas iniciales.
Por último, se espera un mayor apoyo gubernamental a través de iniciativas como exenciones fiscales y programas de subvenciones para promover el desarrollo económico y la creación de empleo. Las últimas tendencias en este apoyo gubernamental se centran en la aplicación de la inteligencia artificial para poder optimizar el asesoramiento según las características del perfil del emprendedor y del entorno, así como el tipo de proyecto, de cara a maximizar la tasa de supervivencia y éxito de los nuevos proyectos empresariales [6].
Las incubadoras de empresas en España han sido fundamentales para apoyar a emprendedores en las primeras fases de desarrollo de sus proyectos. A diferencia de las aceleradoras, las incubadoras ofrecen apoyo a largo plazo, enfocándose en la creación y consolidación de modelos de negocio, además de proporcionar espacio físico, formación y recursos técnicos.
- Barcelona Activa: Fundada en 1986, es una de las incubadoras más veteranas de España. Forma parte del Ayuntamiento de Barcelona y ofrece servicios para startups, emprendedores y pymes. Dispone de instalaciones en el Parque Tecnológico de Barcelona Activa y en otros centros.[7]
- Vivero de Empresas de Madrid Emprende: Iniciativa del Ayuntamiento de Madrid que gestiona una red de viveros de empresas distribuidos por la ciudad. Estos espacios ofrecen oficinas a precios reducidos, formación y asesoramiento.[8]
- Lanzadera: Aunque conocida principalmente como aceleradora, Lanzadera también cumple funciones de incubadora, apoyando a startups en sus primeras etapas. Ofrece programas como Start, diseñados para proyectos en fases iniciales que necesitan estructurar y validar su modelo de negocio antes de escalar.[9]
- Parque Científico de la Universidad de Valencia: Esta incubadora se enfoca en startups y spin-offs de base tecnológica vinculadas al entorno universitario. Proporciona laboratorios, mentoring y acceso a financiación.[10]
- BIC Euronova: Localizada en Málaga, forma parte de la red europea de Business Innovation Centres (BIC). Está especializada en apoyar startups innovadoras con servicios de consultoría, espacio físico y acceso a financiación.[11]
- Ceei Castellón: Parte de la red nacional de Centros Europeos de Empresas e Innovación (CEEI), apoya a emprendedores en fases iniciales mediante formación, espacio físico y asesoramiento estratégico.[12]
Las incubadoras en España han sido clave para el desarrollo de startups en sectores como tecnología, ciencias de la vida, agricultura y sostenibilidad. Su papel es especialmente importante en regiones donde el ecosistema emprendedor está en fases tempranas, ofreciendo soporte integral para transformar ideas en negocios viables.
Aunque tanto las incubadoras como las aceleradoras apoyan a startups, las incubadoras se enfocan en las fases iniciales del proyecto y suelen trabajar con ideas aún no validadas en el mercado. Por otro lado, las aceleradoras intervienen en etapas más avanzadas, ayudando a escalar startups que ya tienen un modelo de negocio definido.