La Iniciativa de Centro Europa (ICE), también denominada CEI por su denominación en inglés[1] es un foro de cooperación regional en Europa Central, Oriental y Sudoriental, que cuenta con 18 Estados miembros. Se formó en Budapest en 1989.
La Iniciativa de Centro Europa (ICE), es el foro más grande y antiguo de la cooperación regional en Europa Central, Oriental y Sudoriental. En la actualidad cuenta con 18 Estados miembros: Albania, Austria, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Chequia, Hungría, Italia, Macedonia del Norte, Moldavia, Montenegro, Polonia, Rumanía, Serbia, Eslovaquia, Eslovenia y Ucrania.
El origen de la Iniciativa de Europa Central se encuentra en la creación de la Quadragonale en Budapest el 11 de noviembre de 1989, cuya padres fundadores fueron Italia, Austria, Hungría y la República Socialista Federativa de Yugoslavia (RFSY). La Iniciativa trataba de superar la división en bloques mediante el restablecimiento de vínculos de cooperación entre los países de diferentes orientaciones políticas y estructuras económicas. En la primera Cumbre de Venecia en 1990, fue admitida Checoslovaquia y la iniciativa pasó a llamarse Pentagonale. En 1991, con la admisión de Polonia se convirtió en el Hexagonale.
La organización pasó a llamarse Iniciativa Centroeuropea (CEI) en 1992. En la misma ocasión, Macedonia, Bosnia y Herzegovina, Croacia y Eslovenia fueron admitidas como Estados miembros.
La República Checa y Eslovaquia fueron admitidos en la CEI en 1993 tras la disolución de Checoslovaquia. En 1996, Albania, Bielorrusia, Bulgaria, Moldavia, Rumania y Ucrania se unieron a la CEI como miembros de pleno derecho.
La membresía actual deriva de la adhesión de la República Federal de Yugoslavia (después la Unión Estatal de Serbia y Montenegro y luego Serbia) en 2000 y de Montenegro en 2006.
La sede de la CEI está en Trieste (Italia) desde 1996.
El acuerdo de cooperación sobre la previsión, prevención y atenuación de catástrofes naturales y tecnológicas, celebrado en 1996 entre Austria, Croacia, Hungría, Italia, Polonia y Eslovenia (la Comisión Europea posee estatuto de observador), abarca el intercambio regular de información científica y técnica y de datos pertinentes, programas comunes de investigación y la formación de expertos con el fin de elaborar programas comunes de protección civil y gestión de catástrofes. Gracias a esta iniciativa también han mejorado los contactos entre las instituciones nacionales responsables en lo que respecta a los terremotos.[2]