Iota1 Normae

Iota1 Normae A
Datos de observación
(Época J2000.0)
Constelación Norma
Ascensión recta (α) 16h 03min 32,09s
Declinación (δ) -57º 46’ 30,3’’
Mag. aparente (V) +5,57
Características físicas
Clasificación estelar A7IV o A5V
Masa solar 1,94 M
Magnitud absoluta +2,22
Gravedad superficial 3,91 (log g)
Luminosidad 10 L
Temperatura superficial 7620 K
Metalicidad [Fe/H] = +0,01
Astrometría
Velocidad radial -14,4 km/s
Distancia 128 ± 7 años luz (39,4 pc)
Paralaje 25,39 ± 1,25 mas
Sistema
N.º de componentes 3
Referencias
SIMBAD enlace
Otras designaciones
HD 143474 / HR 5961 / HIP 78662 / SAO 243279 / CPD-57 7613

Iota1 Normae1 Nor / HD 143474)[1]​ es una estrella múltiple situada en la constelación de Norma. Con magnitud aparente +4,63, es la tercera estrella más brillante de la constelación, después de γ2 Normae y ε Normae. De acuerdo a la nueva reducción de los datos de paralaje de Hipparcos, se encuentra a 128 años luz del sistema solar.

Componentes

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La estrella primaria del sistema, CD-57 6235 A, tiene magnitud aparente +5,20. Es una subgigante blanca de tipo espectral A7IV,[1]​ catalogada también como A5V.[2]​ Tiene una temperatura superficial de 7620 K y gira sobre sí misma con una velocidad de rotación proyectada de 175 km/s.[3]​ Su masa es casi el doble de la del Sol (1,94 masas solares).[4]

La componente secundaria, CD-57 6235 B, tiene magnitud 5,76. Es una estrella blanca de la secuencia principal de tipo A6V.[5]​ Posee una masa un 65% mayor que la masa solar y completa una órbita en torno a la primaria cada 26,9 años. La órbita es muy excéntrica (e = 0,52).[2]

Una tercera estrella, CPD-57 7500 C,[6]​ completa el sistema. De magnitud +8,02, emplea más de 4750 años en completar una órbita alrededor del par interior. Es una enana amarilla de tipo G8V —semejante a 61 Ursae Majoris— con una masa inferior a la del Sol en un 12 %.[4]

Composición química

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El sistema presenta una metalicidad —abundancia relativa de elementos más pesados que el helio— comparable a la solar ([Fe/H] = +0,01). Sin embargo, el análisis de diversos metales evidencia que algunos de ellos son mucho más abundantes que en el Sol y otros son deficitarios. Así, destacan los elevados contenidos de neodimio y cobalto, este metal seis veces más abundante que en el Sol. En el otro extremo, los contenidos de vanadio y estroncio son muy bajos, siendo la abundancia relativa de este último sólo un 8 % de la del Sol.[7]

Referencias

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