Juan María Gutiérrez | ||
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1° Ministro de Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina | ||
5 de marzo de 1854-1 de agosto de 1856 | ||
Presidente | Justo José de Urquiza | |
Predecesor | creación del cargo | |
Sucesor | Bernabé López | |
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Rector de la Universidad de Buenos Aires | ||
1 de abril de 1861-3 de octubre de 1873 | ||
Predecesor | Antonio Cruz Obligado | |
Sucesor | Vicente Fidel López | |
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Información personal | ||
Nacimiento |
6 de mayo de 1809 Buenos Aires (Argentina) | |
Fallecimiento |
26 de febrero de 1878 Buenos Aires (Argentina) | (68 años)|
Sepultura | Cementerio de la Recoleta | |
Nacionalidad | Argentina | |
Familia | ||
Padres | José Matías Gutiérrez y Concepción Granados Chiclana Jiménez de Paz | |
Cónyuge | Ana Josefa Gerónima Cullen Rodríguez del Fresno | |
Hijos | Juan María Matías Domingo Gutiérrez Cullen; Gerónima María Gutiérrez Cullen | |
Educación | ||
Educado en | Colegio Nacional de Buenos Aires | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escritor, estadista, historiador, diplomático, matemático y naturalista | |
Empleador | Universidad de Buenos Aires | |
Firma | ||
Juan María Gutiérrez (Buenos Aires, 6 de mayo de 1809 - ibídem, 26 de febrero de 1878) fue un estadista, jurisconsulto, agrimensor, historiador, crítico y poeta argentino.
Genuino representante del liberalismo constructor argentino de su época es considerado uno de los más grandes promotores de la cultura de su país durante la mayor parte del siglo XIX. Fue autor de obras de diversa índole: cuadros de costumbres, novelas, biografías, críticas literarias y trabajos científicos.
Tuvo una importante actividad política como miembro por Entre Ríos de la Convención Constituyente de 1853 y como Ministro de Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina entre 1854 y 1856 además de haber sido uno de los fundadores de la Asociación de Mayo.
Fue un importante promotor de la actividad científica y técnica en la Argentina. Ocupó el cargo de rector de la Universidad de Buenos Aires desde 1861 hasta su jubilación en 1874 y gracias a su gestión numerosos y destacados profesores europeos enseñaron en ella. Fue, junto con Hermann Burmeister, el impulsor del estudio de las ciencias naturales en la Argentina.
Afortunadamente tengo un carácter maleable y siempre me fue tan halagüeño el abrir un libro de poesía como otro de matemáticas.Juan María Gutiérrez en una carta a Domingo Faustino Sarmiento (1866)
Por la altura de su corazón y el lustre de su bello espíritu, Gutiérrez era un poeta sin perjuicio de ser un matemático. De ahí viene la santa y preciosa alianza que bullía en su inteligencia, de un superior buen gusto con un buen sentido práctico
Se inició desde muy joven en las letras pero no desdeñó la ciencia, en especial la matemática. Realizó estudios tanto de ingeniería como de derecho, graduándose de doctor en jurisprudencia a los 27 años con una tesis Sobre los tres poderes públicos, eximiéndolo del pago del arancel debido a la mala situación económica de su familia. Sin embargo prefirió desempeñarse como agrimensor e ingeniero en el Departamento Topográfico y a su vez colaborar en diversos diarios con críticas literarias y traducciones.
Formó y presidió la Asociación de Estudios Históricos y fue un asiduo concurrente del Salón Literario abierto por Marcos Sastre, pronunciando en 1837 el discurso sobre Fisonomía del saber español.
Debido a su apoyo, en épocas de Rosas, a los expatriados a Montevideo, fue encarcelado y cesanteado. Emigró entonces en 1840 al Uruguay donde se destacó como literato colaborando con El Iniciador en forma anónima a la vez que continuó en otros periódicos su obra de divulgación y crítica. También realizó trabajos como ingeniero y topógrafo. Fundó con Juan Bautista Alberdi y Esteban Echeverría la Asociación de Mayo y viajó en 1843 con Alberdi por América y Europa. Durante este viaje estuvo en Valparaíso, Chile, donde se dedicó a la docencia, escribió libros y la colección de poesías América Poética, que tuvo muy buena crítica. También allí fue el primer director de la Escuela Náutica. Publicó biografías traducidas del francés y el resultado de sus investigaciones por el Nuevo Mundo.
Enterado de la caída de Rosas (1852), decidió retornar a la Argentina donde actuó en el Congreso Constituyente de 1853 apoyando el Acuerdo de San Nicolás. Así se pronunció en favor de sancionar una Constitución:
"La Constitución no es una teoría, como se ha dicho; nada más práctico que ella, es el pueblo es la Nación argentina hecha ley y encerrada en este código que encierra la tiranía de la ley, esa tiranía santa, única a que yo y todos los argentinos nos rendiremos gustosos. Los pueblos nos la piden con exigencia porque ven en ella su salvación; y es por otra parte la oportunidad más aparente para dársela; debemos hacerlo sin pérdida de tiempo, y pretender su aplazamiento es una acción que no me atrevo a calificar...".[1]
Fue ministro de Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina presidida por Justo José de Urquiza, contribuyendo al éxito del Pacto de San José de Flores.
Comenzó una labor periodística en diarios de Buenos Aires y fue diputado nacional.
El presidente Bartolomé Mitre le encomendó la dirección de la Universidad de Buenos Aires, cargo que ejerció desde 1861 hasta 1874 siendo además integrante de la Convención Constituyente bonaerense de 1870-1873.
Sus Noticias históricas sobre el origen y desarrollo de la Enseñanza Superior en Buenos Aires (1868) constituye un clásico en el cual volcó todos sus conocimientos sobre el tema.
Como rector de la Universidad creó el Departamento de Ciencias Exactas e inició gestiones para contar con profesores que provinieran de Europa. Así vinieron Bernardino Speluzzi de la universidad de Pavia, Emilio Rossetti de la universidad de Turín (ambos como profesores de matemáticas) y Pelegrino Strobel de Parma, para historia natural.
En 1866 comienza a funcionar el Departamento comprendiendo la enseñanza de las matemáticas puras, aplicadas y de la historia natural con la finalidad de «formar en su seno ingenieros y profesores, fomentando la inclinación a estas carreras de tanto porvenir e importancia para el país». Aunque estaba habilitado para expedir diplomas de ingeniero, de profesor de matemáticas y de ingeniero profesor, de hecho solo expidió el de ingeniero. Algunos de los primeros en recibirse fueron destacados ingenieros y científicos como Luis Huergo, Guillermo White y Francisco Lavalle.
Como rector de la Universidad de Buenos Aires y debido a su gran interés por el estudio de las ciencias naturales brindó ayuda al sabio alemán Hermann Burmeister como director del Museo Público de Buenos Aires. Fue así presidente de la Sociedad Paleontológica, creada gracias al apoyo dado por él a Burmeister en 1866. Su pensamiento influyó en los científicos de la época como Francisco P. Moreno. Tuvo en su momento que actuar como jurado en una controversia entre este último y Burmeister.
En 1865 presidió una comisión que presentó el «proyecto de un plan de instrucción general y universitaria» cuyo informe constituyó un documento valioso tanto desde el punto de vista histórico como también por sus concepciones didácticas y científicas.
En 1871, Gutiérrez publicó en La Revista de la Plata el famoso cuento "El Matadero", de su amigo Esteban Echeverría. Emilio Carrilla sostiene que el relato que ha sido adjudicado a Echeverría, fue editado -cuando no escrito- por Gutiérrez. Paola Uparela sostiene que la publicación de "El matadero" por Gutiérrez en el 71 obedeció a intereses naturalistas, más que románticos.[2] Para entonces, Gutiérrez creaba el Departamento de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires.
En 1875 se lo nombró jefe del Departamento de Escuelas de la Provincia. Proyectó escuelas de agricultura, comercio y náutica, e hizo lo posible por fundar una Facultad de Química y Farmacia.
En 1876 rechazó el diploma de la Real Academia Española de la Lengua.
Falleció en Buenos Aires, en su casa, el 26 de febrero de 1878, se dice a causa de la emoción que le produjo el anuncio de la repatriación del cuerpo del General José de San Martín, el cual se realizó dos años después en 1880.
Las obras escritas por Juan María Gutiérrez son numerosas. Su estilo se caracterizaba por estar despojado de toda ostentación verbal y por su modernidad.
Predecesor: Antonio Cruz Obligado |
Rector de la UBA 1861-1873 |
Sucesor: Vicente Fidel López |