Juan | ||
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Príncipe de Dinamarca | ||
Información personal | ||
Otros títulos | Duque de Holstein-Gottorp | |
Nacimiento |
9 de julio de 1583 Haderslev, Reino de Dinamarca | |
Fallecimiento |
28 de octubre de 1602 (19 años) Moscú, Zarato ruso | |
Sepultura | Catedral de Roskilde | |
Familia | ||
Casa real | Oldemburgo | |
Padre | Federico II de Dinamarca | |
Madre | Sofía de Mecklemburgo-Güstrow | |
Juan de Dinamarca (en danés, Hans af Danmark; Haderslev, 9 de julio de 1583 - Moscú, 28 de octubre de 1602) fue el hijo menor del rey Federico II de Dinamarca y de Sofía de Mecklemburgo-Güstrow.
Al igual que sus hermanos, pasó la mayor parte de su infancia lejos de Dinamarca, en su caso, con su tío materno y su abuelo en Mecklemburgo. Una de sus tres hermanas era la princesa Ana, futura reina de Inglaterra y Escocia, y su hermano mayor se convirtió en el rey Cristián IV.
Su hermano Cristián lo comprometió en matrimonio con Ksenia Godunova de Rusia, hija del zar ruso Borís Godunov. El matrimonio tenía fines económicos y políticos, al ser un intento de alianza entre Dinamarca y Noruega con el imperio ruso.
Partió hacía Rusia en agosto de 1602, y después de un viaje agotador, llegó a Moscú el 19 de septiembre. Según la etiqueta de la época, Juan no vio inmediatamente a la novia, en cambio, pasó el tiempo con formalidades y negociaciones. Empezó a estudiar las costumbres rusas y durante ese corto período llegó a ser muy querido por el zar y su familia.
En octubre de ese mismo año, cayó enfermo de fiebre y murió antes de que el matrimonio se realizará. Se sospecha que fue envenenado. Después de la muerte del príncipe, todo su séquito danés fue obsequiado generosamente por el zar Boris antes de regresar a su tierra natal. Juan fue enterrado en la iglesia luterana de San Miguel en el asentamiento alemán ubicado en las afueras de Moscú.
Durante la época de la inestabilidad, su tumba fue destruida y saqueada por "pueblos polacos y lituanos". En 1637, el rey Cristián IV le pidió al zar Miguel I de Rusia poder repatriar los restos de su hermano a su tierra natal, tras ser aceptada su petición, envió un barco a Narva. Los restos, encontrados en la tumba en presencia del embajador danés, fueron por orden del zar, depositados en un nuevo ataúd y enviados a Narva, donde tras ser puestos en el barco fueron trasladados a Dinamarca para su entierro definitivo.