Karl Heinz Bohrer | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
26 de septiembre de 1932 Colonia (República de Weimar) | |
Fallecimiento |
4 de agosto de 2021 Londres (Reino Unido) | (88 años)|
Nacionalidad | Alemana | |
Educación | ||
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Periodista, crítico literario, profesor universitario, escritor, especialista en literatura, publicista, ensayista y hombre de letras | |
Área | Estudios literarios y periodismo de opinión | |
Empleador |
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Miembro de | Academia Alemana de Lengua y Literatura | |
Distinciones |
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Karl Heinz Bohrer (Colonia; 26 de septiembre de 1932-Londres; 4 de agosto de 2021)[1][2] fue un periodista y estudioso de la literatura alemán.
Hijo de Hermann Bohrer, economista, y de Elisabeth Bohrer (Ottersbach de soltera), asistió entre 1939 y 1943 a la escuela en Colonia. Después acudió al internado Birklehof en Hinterzarten. La pedagogía de ese centro fue recuperada después de la Segunda Guerra Mundial bajo la dirección de Georg Picht. Después de superar con éxito sus exámenes de bachillerato, estudió dos semestres de germanística, historia y estudios teatrales en la Universidad de Colonia. Ese mismo año se fue por primera vez a Inglaterra, viaje sobre el que escribiría varias veces en las décadas venideras.
En el semestre de verano de 1954 se cambió a la Universidad de Gotinga, donde estudió germanística, historia y filosofía. Allí trató, entre otros, con los germanistas Arthur Henkel (quien luego dirigiría su tesis doctoral), Wolfgang Kayser y Hans Neumann, los historiadores Hermann Heimpel, Karl Lange, Percy Ernst Schramm y Reinhard Wittram, así como los filósofos Helmuth Plessner y Hermann Wein. En 1957 realizó el examen de estado.
Aceptó un trabajo como lector en un centro alemán en Estocolmo. Para su doctorado se matriculó en el semestre de verano de 1960 en la Universidad de Heidelberg, donde estuvo en contacto con el historiador Rudolf von Albertini y con los germanistas Peter Wapnewski y Arthur Henkel. Con este último realizó su tesis doctoral en 1961 sobre "El mito del Norte. Estudios sobre la profecía romántica historicista" (Der Mythos vom Norden. Studien zur romantischen Geschichtsprophetie).
Desde 1968 trabajó como redactor y crítico literario de la sección cultural del periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung,[3] en donde fue relevado en el año 1974 por Marcel Reich-Ranicki. Después de un descanso de un año fue corresponsal del periódico en Londres.
Entre los años 1977 y 1978 hizo su habilitación en la Universidad de Bielefeld con un trabajo sobre la "Estética del terror" (Ästhetik des Schreckens.[4] Die pessimistische Romantik und Ernst Jüngers Frühwerk). En 1982 le ofrecieron una plaza de profesor de estudios críticos de literatura alemana moderna en esa misma universidad.[5] En 1983 fue el sucesor de Hans Schwab-Felisch en la edición de la revista Merkur,[6] labor que realizó entre los años 1991 y 2001 junto con Kurt Scheel. Fue el primero en ocupar la cátedra Gadamer en Heidelberg.
En 1997 fue nombrado catedrático emérito en la Universidad de Bielefeld. Viudo de la escritora Undine Gruenter, reside en París y Londres, cerca de la estación de metro de Stockwell.
En su extenso ensayo Der letzte Ästhet. Zu den Schriften Karl Heinz Bohrers, el escritor austriaco Franz Schuh afirma que es:[7]
derzeit wichtigsten Denker des Ästhetischenel pensador actual más importante de la estéticaFranz Schuh
En esa obra de Schuh se analiza una serie de trabajos de Bohrer, aquellos en los que lo malo y lo horrible se estetizan: Erscheinungsschrecken und Erwartungsangst, Die Ästhetik des Schreckens. Die pessimistische Romantik und Ernst Jüngers Frühwerk, Die Grenzen des Ästhetischen, Sprachen der Ironie – Sprachen des Ernstes. Das Problem, Ästhetik des Staates, Das Böse – eine ästhetische Kategorie?, Der Abschied. Theorie der Trauer. Baudelaire, Goethe, Nietzsche, Benjamin y Möglichkeiten einer nihilistischen Ethik.
Con motivo del partido Inglaterra-Francia de 1972 disputado en el estadio de Wembley Bohrer, corresponsal en Londres ese año, acuñó la frase «desde las profundidades del espacio» para referirse a un avance del jugador Günter Netzer. La expresión se ha convertido en una frase hecha que además de utilizarse en el mundo del fútbol dio título a una película.