El Kashani o Qashani es un arte decorativo persa que fue muy popular en Irán entre los siglos XVI y XVIII, y luego se trasladó a Turquía en la época del Imperio otomano con el traslado de muchos artistas persas a este país, convirtiéndose en la base de la decoración de las paredes de mezquitas, palacios, santuarios y tumbas.
Se trata de un azulejo de cerámica que utiliza azulejos vidriados de 4 o 6 lados con motivos florales de tipo persa, decorados con colores azul, cian, verde y a veces rojo. La decoración está rodeada de finas líneas negras que hacen destacar sobre su fondo blanco. Los azulejos suelen estar decorados con inscripciones, motivos florales y geométricos. Las inscripciones suelen contener versos del Corán o frases relacionadas con acontecimientos históricos escritas en letra persa. Los motivos florales suelen consistir en flores naturales como lirios, claveles, rosas y cipreses. Los motivos geométricos consisten en diferentes formas geométricas y polígonos. En Marruecos, una técnica artística similar se conoce como Zellige. Su uso se extendió en la decoración de las paredes de los edificios en la época otomana, y este elemento mosaico también se puede ver en la Cúpula de la Roca de Jerusalén —en restauración el año 2019—.[2][3] Kashi, la forma abreviada de Qashani, también se introdujo en Sind, Kutch y Multán, donde existen numerosos ejemplos de santuarios y mezquitas embellecidos con azulejos azules, blancos y verdes.[4]