En el laboratorio clínico se obtienen y se estudian muestras biológicas diversas, como la sangre, la orina, las heces, el líquido sinovial de las articulaciones, el líquido cefalorraquídeo, los exudados faríngeos y vaginales, entre otros tipos de muestras.
A los laboratorios acuden pacientes externos, puesto que los exámenes que se requieren de los enfermos hospitalizados se hacen mediante muestras que se toman en las unidades de hospitalización. En consecuencia su ubicación será preferentemente en la planta baja, con fácil acceso a la sección de recepción del archivo clínico y en menor grado el departamento de consultas externas. Este servicio deberá ubicarse en una ubicación cercana a los servicios de consulta externa, urgencias hospitalarias, unidad de terapia intensiva, quirófano y debe contar con un fácil acceso hacia las áreas de hospitalización.
En México, dentro de los numerosos profesionales a nivel de licenciatura que se pueden encontrar en un laboratorio clínico se encuentran las profesiones siguientes: químico, farmacéutico, biólogo, bacteriólogo, parasitólogo, químico clínico, licenciado en Análisis Químico y Biológico, químico clínico biólogo, licenciado en Bioquímica y Diagnóstico, entre otras.
Hormonas: En esta sección se analizan las diferentes hormonas con el fin de evaluar el sistema endocrino.
Marcadores tumorales: En esta sección se analizan unos parámetros que aumentan o aparecen como parte de los procesos tumorales y que sirven para detectar los diferentes tipos de cáncer y su evaluación durante el tratamiento.
A continuación se mencionan los diferentes riesgos a los que se pueden exponer las personas que trabajan en un laboratorio clínico.
Exposición a patógenos presentes en sangre mientras manipulan muestras contaminadas como sangre o fluidos corporales (ejemplo: líquido cerebroespinal, y semen).
Exposición a tuberculosis al trabajar con especímenes que puedan contener tuberculosis y sida. Otros fluidos que pueden ser fuentes potenciales de tuberculosis son esputo, líquido cerebro raquídeo en la orina, y líquidos recolectados de lavado gástrico o branquial.
Exposición a formaldehído que es utilizado como fijador y que se encuentra comúnmente en la mayoría de laboratorios y morgue.
Exposición a PPS debido a heridas con agujas o cortaduras por objetos afilados al trabajar con especímenes, tubos de centrífugas.
Exposición a materiales / organismos infecciosos.
Exposición a alergias ocasionadas por el látex debido al uso de guantes.
Riesgo de deslizarse o caerse si líquido o muestras caen al suelo.
Dolor muscular en diferentes partes del cuerpo por permanecer tiempos prolongados en una misma posición, ya sea sentado o de pie, o por realizar movimientos repetitivos al manipular muestras.