Un lago hipersalino es una masa de agua sin salida al mar que contiene concentraciones significativamente elevadas de cloruro sódico u otras sales minerales. Estos tipos de lagos tienen el agua salina con concentraciones que superan el contenido medio de sal del mar (35 gramos/litro). En los lagos hipersalinos existen especies adaptadas especialmente de microbios y crustáceos,[1] sin embargo no suelen ser aguas adecuadas para la mayoría de las formas de vida. Algunas especies entran en dormancia cuando se desecan, y se sabe de algunas especies que están presentes desde hace 250 millones de años.[2][3]
Los lagos más salinos del mundo se encuentran en la Antártida (Valles secos de McMurdo), como el lago Don Juan por encima del 40% de concentración salina[4] (18 veces más salino que los grandes océanos, que normalmente tienen una salinidad del 3,5%). Esta elevada concentración provoca que el lago Don Juan no sea un glaciar, a pesar de que soporta temperaturas por debajo de los -50 °C.
Fuera de la Antártida el lago más salíno es el lago Assal en Yibuti,[5][6] con una salinidad del 34,8%, aunque el ejemplo más conocido de lago hipersalino es el mar Muerto, con una salinidad del 33,7%.[7]
Entre los lagos hipersalinos de Norteamérica destaca el Lago Mono de California donde se ha encontrado la extraordinaria bacteria GFAJ-1.