Laurices es el nombre con el que se conoce a un manjar culinario constituido por fetos de conejo o gazapos recién nacidos.[1][2] Son mencionados ya por Plinio el Viejo en su Naturalis Historia.[3] Existe la creencia de que su consumo era típico en Cuaresma[4] por no ser considerados técnicamente «carne» por los monjes,[5] sin embargo tal idea, producto al parecer de diversas confusiones de autores del siglo XX, ha sido calificada como errónea.[6][7]
↑García y Bellido, 1953, «Los gazapos sacados del vientre de su madre, o cogidos en la época de lactancia, sin vaciarles el vientre, son tenidos como un bocado gratísimo».
García y Bellido, Antonio (1953). La Península Ibérica en los comienzos de su historia: una invitación al estudio de nuestra edad antigua. Madrid: Instituto "Rodrigo Caro," Consejo Superior de Investigaciones Científicas.