La lechada de rejunte o lechada de rejuntado (ocasionalmente conocida como lechada borada en España) o con el anglicismo grout, es un fluido denso que se endurece al aplicarse y se utiliza en construcción, para rellenar huecos o como refuerzo en estructuras existentes. Generalmente se trata de una mezcla de agua y cemento que además, puede contener arena muy fina u otras sustancias que hagan que aumente la resistencia y evite la contracción al secado. Habitualmente se emplea en paredes de mampostería, conexión de secciones de hormigón prefabricado, relleno de huecos y sellado de juntas como las que hay entre baldosas.[1] Los usos comunes de la lechada en el hogar incluyen el relleno de baldosas de pisos de ducha y baldosas de cocina. A diferencia de otras pastas estructurales como el yeso, la lechada correctamente mezclada y aplicada forma un sello resistente al agua.[2]
Originalmente las lechadas de rejuntado se preparaban mediante mezcla de agua con cemento, que podía ser blanco o gris, en función del tipo de alicatado o solado a rejuntar. En los casos en que por alguna razón, generalmente de tipo estético, en que el espacio entre baldosas fuera de varios milímetros de ancho, a la lechada se le añadía una pequeña cantidad de arena fina, siempre en proporciones menores al peso correspondiente al cemento, muy lejos de las proporciones correspondientes al mortero. [3]Este tipo de lechadas, denominadas cementosas sigue siendo, todavía, uno de los tipos de lechada más populares, debido a su versatilidad, resistencia y durabilidad y en la actualidad se comercializan con una gran variedad de colores para que coincida con el aspecto de la baldosa[4]y con diferentes aditivos potenciadores que mejoran sus características y permiten conseguir a una mayor uniformidad de las propiedades endurecidas.[5]La variedad con arena contiene arena de sílice finamente molida; la variedad sin arena es más fina y produce una superficie final más lisa. A menudo, sus características se mejoran con polímeros y/o látex.
Además de las lechadas para rejuntado de azulejos y baldosas, también se utilizan lechadas, casi siempre cementosas, para[6]
La lechada se prepara de forma similar a como se prepara la pasta de cemento tradicional, salvo que en el caso de las lechadas la proporción de agua es mayor y la de arena o no se incluye o es proporcionalmente muy baja. El mezclado se hace con una morterera o una buena mezcladora manual, que asegure calidad y homogeneidad. Las hormigoneras, de mayor tamaño, no generan una cortante dentro del material por lo cual no asegura una mezcla homogénea. Mezclar con una hormigonera requiere más agua y por lo tanto baja la resistencia del material.