La Legión Blanca (en georgiano: თეთრი ლეგიონი, tetri legioni) fue un grupo guerrillero formado por georgianos étnicos que permanecieron en Abjasia después de la derrota georgiana en la Guerra de Abjasia de 1992-1993.
Según Zoza Samushia, el grupo se fundó en 1997.[1] Actuaron principalmente en la zona de Gali,[1] y sus actividades giraban entre el bandidaje o la actividad partisana,[1] llegando a ser acusados de contrabando por las propias autoridades georgianas.[2] Declaraban como objetivo a las tropas de paz rusas en la zona.[3]
Este grupo, junto a otro grupo guerrillero denominado Hermanos de los Bosques, continuaron una guerra de baja intensidad en el interior de Abjasia a lo largo de la línea de cese el fuego a finales de la década de 1990 y principios de la del 2000.
Se acusó al gobierno georgiano de estar organizando, entrenando y financiando estos grupos guerrilleros, el cual lo negó.[3][4] Ninguna investigación se llevó a cabo para esclarecer esa relación,[3] aunque hubo testimonios que afirmaron que estos grupos guerrilleros circulaban libremente por la zona de la ciudad de Zugdidi, con el conocimiento de las autoridades locales,[4] y su líder entrevistado libremente por la BBC en Tiflis.[4]
La Legión Blanca fue liderada por Zurab Samushia (o Zoza Samuchia),[1] y uno de sus destacados comandantes fue Ramin Gogojia.[5] Se atribuyó a esta organización la "ejecución" de 47 miembros de las tropas de pacificación de las CEI.[4]
Los ataques guerrilleros cesaron en el 2004, conociéndose su última acción en febrero de ese año.[6] El gobierno georgiano los desarmó y disolvió.[6]
En el 2005 el líder del grupo, Zurab Samushia afirmó que reiniciaría la actividad para proteger a los georgianos del sur de Abjasia y expulsar a las tropas de paz.[6] El gobierno rápidamente negó apoyar esa iniciativa ni estar detrás de ella.[6] El 13 de marzo de 2008 Zurab Samushia afirmó que sus hombres podrían volver a las armas si Rusia estrechaba lazos con Abjasia.[7]
Ponían bombas, lanzaban cohetes y disparaban con francotiradores a los puestos de la policía abjasa y emboscaban a las tropas de la CEI.[6][2] Destruían infraestructura mediante bombas, incluyendo gasolineras, trenes de pasajeros, aeródromos, etc.[6] Usaron profusamente minas antipersonas y antivehículos, así como practicaron el secuestro de los miembros de la policía abjasa, para intercambiarlos por guerrilleros capturados.[6]