El localismo hongkonés —y en algunas ocasiones llamado nacionalismo hongkonés[1]— es un movimiento populista originalmente político,[2] centrado en la preservación de la autonomía y la cultura local de Hong Kong frente a peligros externos, entre los cuales se incluye el nivel de intervención del gobierno de la República Popular China en los asuntos de la región administrativa.[3][4]
El fenómeno social presenta matices de todo tipo y de todo el espectro político.[7] Estos pueden ser el uso y desarrollo de la tierra, la conservación cultural y del patrimonio para los autonomistas más cercanos a la izquierda política;[5] así como el creciente número de inmigrantes y turistas continentales para los autonomistas más cercanos a la derecha política.[6] En lo que respecta a ideología, el localismo es heterogéneo, pues entre sus filas contiene a republicanos constitucionalistas que acusan al gobierno chino de promover la «continentalización» en la región especial;[8] los que piden mayor autonomía en las decisiones de la administración regional; hasta independentistas,[9][10] en este último sector hay una minoría anglofila cercana a occidente que pide la adhesión de Hong Kong a la Mancomunidad de Naciones o directamente su anexión al Reino Unido.[11]
Los sectores más radicales son representados por los anarquistas de extrema izquierda[5] y los nativistas de extrema derecha,[6] ambos sectores consideran como enemigo a la República Popular China y abogan por un enfoque más agresivo y militante en la defensa de los intereses populares localistas, en estos dos últimos se presenta un fuerte antiglobalismo.[12]
Para los detractores del movimiento, el localismo es una manera de sentimiento antichino que sirve a los intereses de gobiernos occidentales para desestabilizar a China.[13][14]