El Lockheed X-7 era un banco de pruebas no tripulado para estatorreactores y tecnología de guía de misiles. Era transportado por un B-29 o B-50 Superfortress. El impulsor auxiliar se iniciaba tras el lanzamiento e impulsaba la aeronave hasta los 1.625 km/h. Luego, el impulsor era desechado y el estatorreactor comenzaba a funcionar en ese momento.
Finalmente, el X-7 regresaba a tierra, en un descenso en paracaídas. Se alcanzó una velocidad máxima de 3.250 km/h, fijando el récord de velocidad para un avión de reacción. Se realizaron un total de 130 vuelos entre abril de 1951 y julio de 1960.