Manuel Gutiérrez Nájera | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Manuel Demetrio Francisco de Paula de la Santísima Trinidad Guadalupe Ignacio Antonio Miguel Joaquín Gutiérrez Nájera | |
Nacimiento |
22 de diciembre de 1859 Ciudad de México, México | |
Fallecimiento |
3 de febrero de 1895 (35 años) Ciudad de México, México | |
Causa de muerte | Ictericia | |
Nacionalidad | Mexicana | |
Información profesional | ||
Ocupación | Poeta | |
Años activo | siglo XIX | |
Movimiento | Modernismo | |
Seudónimo | Duque Job, Recamier y Crysantema | |
Género | Poesía y cantor | |
Manuel Gutiérrez Nájera [a] (Ciudad de México, 22 de diciembre de 1859-Ib., 3 de febrero de 1895) fue un poeta, escritor y periodista mexicano, trabajó como observador cronista. Debido a que trabajó en distintos periódicos, utilizó múltiples seudónimos, no obstante, entre sus contertulios y el público, el más arraigado fue El Duque Job.[2] Se le considera el iniciador del Modernismo literario en México.
Se le considera el máximo exponente del Modernismo literario en México. Perteneció a una familia de clase media. Sus padres fueron los señores Manuel Gutiérrez de Salceda Gómez y María Dolores Nájera Huerta.[3][4] Fue escritor y periodista durante toda su vida. Inició su carrera a los trece años, escribió poesía, impresiones de teatro, crítica literaria y social, notas de viajes y relatos breves para niños. El único libro que vio publicado en vida se tituló El Duque, una antología de cuentos a la que llamó Cuentos Frágiles (1883). Gran parte de su obra apareció en diversos periódicos mexicanos bajo multitud de seudónimos: "El Cura de Jalatlaco", "El Duque Job", "Puck", "Junius", "Recamier", "Mr. Can-Can", "Nemo", "Omega", que utilizaba para publicar distintas versiones de un mismo trabajo, cambiando la firma y jugando a adaptar el estilo del texto según la personalidad de que le proveía su firma.
Gustó de lo afrancesado y de lo clásico, habitual entre los intelectuales mexicanos y la alta sociedad de su tiempo. Nunca salió de México y en pocas ocasiones de su ciudad natal, pero sus influencias fueron escritores europeos como Musset, Gautier, Baudelaire, Flaubert y Leopardi. Siempre anheló unir el espíritu francés y las formas españolas en su obra.
Su madre, ferviente católica empeñada en que su hijo fuera sacerdote, le impuso la lectura de los místicos españoles del Siglo de Oro y la formación en el seminario, influencia que se vio compensada por la fuerte corriente positivista de la sociedad de la época que pugnaba en sentido contrario. Gutiérrez Nájera abandonó el seminario a los pocos años, y lo cambió por sus lecturas de San Juan de la Cruz, Santa Teresa y Fray Luis de León, autores que influirían en su obra, por los autores franceses del siglo y por la práctica cotidiana de la literatura en periódicos locales como El Federalista, La Libertad, El Cronista Mexicano o El Universal. En 1894 fundó, con Carlos Díaz Dufoo, La Revista Azul, publicación que lideró el modernismo mexicano durante dos años.
A Manuel Gutiérrez Nájera se le define como «especie de sonrisa del alma» por la gracia sutil de su estilo, elegante, delicado y con ternura de sentimientos. de su vida
Tenía la enfermedad de hemofilia y, al someterse a una intervención quirúrgica , lamentablemente se complica esta y muere desangrado en Ciudad de México el 3 de febrero de 1895, cuando tenía 35 años de edad. Poco antes de morir, recurrió al vino y al coñac; sin embargo, esto no fue un vicio que acabó con su vida. Los restos de Manuel Gutiérrez Nájera descansan hoy en el Panteón Francés de la Ciudad de México.[5]