Los materiales de aportación o metales de aporte son materiales que se utilizan en la soldadura fuerte aparte de los componentes a soldar. Durante la soldadura se funden y, adhiriéndose el material base, forman el cuerpo de la soldadura ( fundido ) y, después de la solidificación, la costura de la soldadura. Cuando se suelda, el material de aportación realiza tareas similares a la varilla de soldar cuando se emplea la técnica de soldadura blanda en la que a veces también se conoce como material de aportación.[1] Durante la soldadura fuerte, el material de aportación forma la capa del cordón de soldadura. Los materiales de aportación se suministran normalmente en forma de varillas o alambres, a veces también en forma polvos o pasta.
La soldadura por fusión de gas utiliza varillas de soldadura que se mantienen en la llama de la antorcha para fundirlas.
La soldadura manual por arco utiliza electrodos de varilla, que también se utilizan como electrodos. Tienen un recubrimiento que forma gases protectores y escorias para proteger el metal de soldadura.
Los materiales de aportación no incluyen el fundente que facilitan la soldadura o en ocasiones la hacen posible, pero no forman parte de la piezas base de la soldadura. Esto incluye el recubrimiento de los electrodos de varilla, los gases protectores en la soldadura con gas inerte, los polvos en la soldadura por arco sumergido o el vacío en la soldadura por haz de electrones y, en general, el flujo (utilizado a menudo en la soldadura).