La mirmecocoria es la dispersión de semillas de plantas por las hormigas. Esta es una forma de mutualismo en la que la planta se beneficia por la dispersión de sus semillas y la hormiga recibe alimento. Este tipo de dispersión se ha encontrado en unas 80 familias de plantas y juega un gran papel en muchas comunidades vegetales, especialmente en los bosques templados caducifolios de Europa y de América del Norte y zonas arbustivas secas de Australia y África del Sur. Diferentes especies de hormigas recogen y transportan frutos y semillas, la mayoría de los cuales tienen unos apéndices, llamados eleosomas (literalmente, "cuerpos grasos"), que contienen sustancias nutricionales o atrayentes. Las hormigas se llevan las semillas al nido y, allí, alimentan a sus larvas con los eleosomas dejando el resto de la semilla, todavía viable y con capacidad de germinar, en un sitio apartado de dicho nido donde acumulan hormigas muertas y otros desechos que, además, sirven de abono para la germinación de las semillas.[1] Experimentos hechos con la euforbiácea Euphorbia characias demuestran que si una hormiga encuentra una semilla de esta especie, la probabilidad de que sea transportada al hormiguero se incrementa por 7 si la semilla tiene un eleosoma.[2]
La presencia de un eleosoma no es del todo imprescindible, pues hay especies de hormigas granívoras (por ejemplo Messor barbarus) que acumulan en el nido, a efecto de reservas alimenticias, frutos y semillas enteras que pueden germinar bajo tierra antes de ser eventualmente usadas como alimento.